Ferrari SC40: ¿herejía al intentar homenajear al F40?

Hay pocos Ferrari que sean más míticos que el F40. El superdeportivo de finales de los 80 ha pasado a la memoria colectiva por su diseño arrebatador y un rendimiento que ponía los pelos de punta. Fue una de las épocas doradas de la marca del cavallino y se aprecia por cómo están valorados los ejemplares de antaño. Es normal que se quiera rendir homenaje a aquellos maravillosos automóviles, pero la pena es que no siempre se da en la tecla. El Ferrari SC40 es el perfecto ejemplo de ello. Un one-off que quería ser una celebración, pero que podríamos calificar de herejía por no haber seguido el patrón de su referente.

Ferrari ha aprendido que una de sus actividades más rentables son los one-off, aquellos vehículos únicos que están hechos por encargo y por los que se pagan cifras desorbitadas. Solo era cuestión de tiempo que uno de estos proyectos quisiera emular al Ferrari F40, pero pensábamos que lo trabajarían un poco mas. Aquel modelo destacó por su motor V8 biturbo de 2.9 litros ligado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. El nuevo SC40 lleva el mismo sistema de propulsión híbrido enchufable que el 296 GTB, formado por un V6 biturbo de 2.9 litros y por una mecánica eléctrica MGU-K. La transmisión elegida es la F1 DCT de ocho velocidades.

Es cierto que tiene la misma cilindrada que el F40 y, aunque hubo uno automático por aquel entonces, no es motivo suficiente para tomar esta decisión de desmarcarse tanto del original. O, si es así, no utilices su denominación. Los números están a la altura de lo esperado en un superderportivo actual. Con una potencia combinada de 830 CV es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, de 0 a 200 km/h en 7,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 330 km/h. Algunos pensarán que rendimiento, pero poca personalidad. En todo caso, el Ferrari SC40 intenta parecerse al F40 en su diseño.

De ahí que veamos unas formas que buscan esa horizontalidad y ángulos rectos tan apreciados en los años 80. Se aplica el lenguaje de diseño actual, más curvo y minimalista, manteniendo unos voladizos cortos y detalles característicos. No podían faltar los faros delanteros cuadrados, que conectan con una toma de aire inferior. Tampoco un lateral con aberturas tipo NACA para mejorar su aerodinámico, algo a lo que también contribuye el gran alerón trasero fijo. En uno de sus laterales está la inscripción «SC40», aunque por sus luces queda claro que se basa en el 296 GTB.

Aunque todos los Ferrari F40 salieron de fábrica en color rojo (Rosso Corsa), en el SC40 se ha optado por un color blanco que ha sido concebido exclusivamente para este ejemplar. Hace contraste con algunos detalles en negro y en el interior se aprecia otro patrón. Aquí se intercalan el negro, el rojo y el tono característico del Kevlar; material ligero que está presente en volante, consola central, inserciones y compartimento del motor. Le da el toque deportivo junto a la tapicería mixta de Alcántara y cuero con la firma exclusiva del modelo.