¿Está la industria olvidando la practicidad en favor del diseño? El Skoda Octavia todavía mantiene la cordura

Vivimos una época en la que los coches parecen diseñados más para las redes sociales que para la vida real. Faros afilados, líneas deportivas, pantallas enormes y formas cada vez más arriesgadas que buscan enamorar a primera vista. Pero, en medio de esa avalancha de diseño emocional, hay un modelo que sigue defendiendo la racionalidad y la practicidad como bandera: el Skoda Octavia. La berlina de origen checo mantiene intacta su filosofía desde hace casi tres décadas y sigue una lógica irrefutable.

El mercado actual parece haber entrado en una contradicción permanente. Por un lado, los conductores demandan coches espaciosos, cómodos y prácticos. Por otro, la industria se obsesiona con ofrecer siluetas estilizadas, techos más bajos y maleteros cada vez más pequeños, sobre todo en el segmento de los compactos y las berlinas tradicionales.

El resultado es evidente: muchas veces se necesita dar el salto a un SUV para obtener un espacio interior decente, aunque eso implique pagar más, consumir más y renunciar a la agilidad en carretera. Y aquí entra el Skoda Octavia, un coche que lleva años demostrando que se puede ofrecer un diseño atractivo sin traicionar la practicidad. Ha quedado demostrado en el siguiente vídeo y en la prueba que le dedicamos.

Con más de 600 litros de maletero en la berlina y hasta 640 en la versión Combi, el Octavia sigue siendo una referencia absoluta en su segmento. No es un coche pensado para presumir en un escaparate, sino para convivir con él en el día a día: viajes familiares, escapadas de fin de semana, carga de equipaje sin necesidad de jugar al Tetris y, en definitiva, una versatilidad que muchos rivales han ido perdiendo.

La pregunta es inevitable: ¿está la industria sacrificando demasiado en nombre del diseño? Que un coche sea bonito es importante, nadie lo duda. Pero, ¿de qué sirve un compacto con líneas deportivas si su maletero apenas llega a los 350 litros? ¿O un SUV con aspecto robusto que, en realidad, ofrece menos espacio útil que un Octavia Combi?

El Octavia demuestra que la practicidad no está reñida con la elegancia, y que aún hay fabricantes que piensan en las necesidades reales de los conductores, más allá del impacto visual en una foto promocional. En un mundo dominado por la moda SUV y las berlinas coupé con techos imposibles, el Skoda Octavia resiste como un rara avis que no olvida la esencia de lo que debe ser un coche familiar y polivalente.

Y esa coherencia, en tiempos de tendencias efímeras, es precisamente lo que lo hace destacar. Quizá la pregunta que deberíamos hacernos no es si el Octavia es “aburrido” frente a sus rivales más atrevidos, sino si no será precisamente la cordura lo que más falta hace en la industria actual del automóvil. Y hablando de cordura, su precio de partida de 33.350 euros también está por debajo de lo que cuestan los todocaminos promedio de su segmento...