Hyundai Ioniq 5 N DK Edition: licencia para derrapar
El Hyundai Ioniq 5 N es uno de esos eléctricos que están definiendo la deportividad del automóvil del futuro. Mientras que todavía hay duda sobre si la electrificación va a ser capaz de transmitir al mismo nivel que la combustión, los fabricantes están aventurándose a lanzar sus propuestas. La de la marca coreana es una de las más avanzadas y, además, muestra potencial en otras áreas. Solo hace falta ver las capacidades del Hyundai Ioniq 5 N DK Edition, que tiene una misión especial: destacar en el drifting.
Para eso han contado con la ayuda del Keiichi Tsuchiya, el piloto japonés considerado como el «rey del drift». Porque su nombre no viene de otra cosa que de esas siglas, significa «Drift King». Lo que han hecho ha sido desarrollar una versión del Ioniq 5 N con la que poder hacer derrapes kilométricos manteniendo el control. Las primeras impresiones son importantes y por eso introducen algunas modificaciones estéticas. El kit de carrocería de fibra de carbono incluye elementos como el splitter, los faldones, el alerón o el difusor trasero.
Lo cierto es que todos los elementos anteriores no solo suman en el apartado estético, también tienen funcionalidad. Aumentan la carga aerodinámica otros 93 kg adicionales a 140 km/h y eso permite que el Hyundai Ioniq 5 N DK Edition gane estabilidad. También se pueden ver algunos componentes que reducen el peso del eléctrico. Destacan las llantas forjadas de 21 pulgadas, que son más anchas y que reducen en 10,6 kg las masas no suspendidas. En su interior se pueden ver unas pinzas de freno de color verde que esconden algo especial.
Monta un sistema de frenos monobloque 6P formado por pinzas de duraluminio (una aleación de aluminio que mejora la resistencia) y con unas pastillas de alto rendimiento. A nivel de chasis, este Ioniq 5 N DK Edition también cuenta con una suspensión rebajada en 15 mm gracias a unos muelles firmados por H&R. Con esas mejoras en el centro de gravedad, en la frenada y en la aerodinámica se convierte en un ejemplar mucho más preciso en la pista, perfecto para desarrollar el arte del drifting.
No le hacían falta cambios en el sistema de propulsión eléctrico, que está formado por dos motores. Con los 166 kW del eje delantero y 282 kW del trasero consigue la tracción total y una potencia combinada de hasta 650 CV con el N Grin Boost activado. Las prestaciones son perfectas para quemar ruedas, ya que es capaz de acerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y su velocidad máxima es de 260 km/h. Además, cuenta con un par de modos para mejorar la distribución de par y el drift. Se confirma que estará disponible en Japón y en Corea del Sur, mientras que se estudia su llegada a otros mercados.
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