
¿Tendrán los Tesla del futuro el internet de Starlink integrado de forma nativa?
Si por algo es conocido Elon Musk, es por el nivel de innovación de sus empresas. Y si el mismo hombre es dueño de una gran empresa coches eléctricos (Tesla) y de un enorme proveedor de internet satelital (Starlink), ¿cuánto tardarían en fusionarse ambos conceptos? Ese momento parece estar a la vuelta de la esquina a juzgar por una patente recién descubierta (US 2025/0368267 A1). En ella se detalla cómo Tesla planea integrar la conexión satelital Starlink de forma nativa en sus vehículos.
De esta forma, se eliminarían las «zonas muertas» donde no llega la conexión de otros tipos. Lo más interesante sería el cómo hacerlo, ya que no es algo complicado y ya había gente que lo adaptaba a su manera. La barrera principal había sido estética y aerodinámica: nadie quiere conducir un vehículo con la famosa antena rectangular de Starlink (el «Dishy») atornillada al techo. La solución de los ingenieros de Palo Alto es hacerla invisible mediante un nuevo sistema.

Según desglosa la documentación técnica, Tesla no va a añadir una antena, sino que va a rediseñar la estructura superior del coche. La patente describe la sustitución de los techos de cristal tradicionales y los pilares metálicos por compuestos de polímeros avanzados (como policarbonato, ABS o ASA). Estos materiales tienen una propiedad clave: son «transparentes» a las radiofrecuencias. Esto permitiría ocultar una matriz de «antenas de parche» planas y compactas dentro de la propia carrocería.
A ojos del conductor o del peatón, el coche se ve idéntico y para los satélites de Musk, el techo es una ventana abierta de par en par. La primera ventaja es obvia: la comodidad. Para los usuarios que pagan la Conectividad Premium de Tesla, esto justificaría cada céntimo. Significa tener mapas, música y actualizaciones de software (OTA) en las zonas más remotas, desde un paso de montaña en los Pirineos hasta el desierto de Tabernas. Pero la integración de Starlink va mucho más allá del infoentretenimiento:

- Necesario para la conducción autónoma: Este es el verdadero juego a largo plazo. Para que el futuro Robotaxi (Cybercab) sea viable, necesita estar conectado todo el tiempo. Las redes 4G/5G terrestres tienen lagunas y saturaciones; el satélite garantiza una redundancia crítica.
- Seguridad elevada: En caso de accidente en una zona sin cobertura móvil, el coche podría lanzar una señal de socorro inmediata, enviando coordenadas precisas y datos de telemetría a los servicios de emergencia.
- Ecosistema cerrado: Al no depender de operadoras telefónicas de terceros, Tesla cierra el círculo de su ecosistema, controlando tanto el hardware (coche) como la infraestructura de datos (satélites), lo que podría reducir costes operativos a largo plazo.
Aunque una patente no siempre garantiza un producto final inmediato, la sinergia es demasiado lógica para ignorarla. Tesla ya ha revolucionado cómo se mueven los coches; ahora parece dispuesta a revolucionar cómo se conectan. La era de buscar cobertura levantando el móvil parece que, al menos dentro de un Tesla, tiene los días contados.
Fuente: Chansoo vía Road&Track
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