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MARIO NOGALES

1 Mayo, 2025

BMW X2 xDrive20d, a prueba: ¿cómo va el SUV coupé con mecánica diésel?

El BMW X2 es de esos modelos que dan de qué hablar, un ejemplar polarizante que además supo desarrollar una tendencia. Según la marca bávara fue el primero en introducir el concepto SAV, que se desmarca de los SUV al significar Sport Activity Coupé. Es discutible esa denominación y la mayoría de gente se referiría a él como un SUV con aires de coupé. El caso es que si hacemos un repaso a la historia vemos que BMW supo apostar fuerte por esta tendencia que prácticamente todos los fabricantes están copiando.

El padre podría ser el polémico Chris Bangle, aquel diseñador que marcó una era en BMW. Hace décadas que realizó prototipos como los X Coupé Concept o el ICE Concept, que ya exploraban con esta silueta. Llegaría a producción el BMW X6, luego se asentaría a través del X4 y ahora se ha extendido con el X2.

Estamos con la segunda generación del modelo, aquella que introducía grandes cambios como la variante eléctrica que probamos hace unos meses. Ahora lo tenemos en una interesante versión de combustión y desde un precio de partida de 47.700 euros.

Aunque accediendo a coches.com te podremos ofrecer rebajas en estos precios gracias a que tenemos las mejores ofertas de VN del país. También se puede acceder a un gran abanico de coches de renting y a la financiación. Pero antes toca conocer el BMW X2 en esta prueba a fondo:

Exterior

Quién compra un SUV con aires de coupé está claro que tiene el diseño en sus prioridades. Este tipo de silueta ha quedado demostrado que es menos práctica que las de los SUV tradicionales, pero su atractivo es más que evidente. En el nuevo BMW X2 se puede apreciar una estética más madura y similar a la corriente actual de la marca. Podríamos decir que el primer X2 fue más rompedor y que tenía una personalidad más marcada, mientras que la segunda generación opta por una imagen más musculosa.

En el frontal lo primero que llama la atención es la parrilla de grandes dimensiones. No voy a entrar a debatir si es acertada o no, simplemente diré que es de las que tienen los riñones en el mismo marco y en una disposición más vertical de lo que veíamos antes. También que opcionalmente puede ir iluminada gracias a lo que llaman Iconic Glow, algo que le hace llamar la atención por las noches. También va ligada a los faros con tecnología Matrix LED, que tienen un diseño deportivo y detalles en azul.

De los paragolpes del BMW X2 tenemos que decir que son marcados, hay una toma de aire en la parte inferior con un patrón similar al de la parrilla y no vemos detalles que sí aparecen en otros crossover. Por ejemplo, los bajos van del mismo color de la carrocería y no en plástico negro como en otros. Me convencen detalles como los tiradores de las puertas en la carrocería y también las llantas, que pueden ir desde hasta 17 pulgadas hasta las 21 pulgadas que tienen las de nuestra unidad, con pinzas de freno en rojo incluidas.

Una de las partes más características de esta modelo es la caída del techo, que es el motivo por el que se gana el sobrenombre de SUV coupé. Tiene una luneta bastante inclinada que finaliza en un spoiler sobre la tapa del maletero. Ese elemento es de mayor tamaño cuando va firmado por M Sport, además de hacer contraste en color negro como el generoso difusor que aparece en la parte inferior. La parte intermedia del portón queda reservada para los pilotos traseros LED y el logotipo de la marca.

La segunda generación del BMW X2 ha crecido notablemente respecto a su antecesor. Lo podemos seguir considerando un SUV compacto, aunque son casi 20 cm más. Se queda en 4,55 metros de longitud, con 1,85 metros de ancho y 1,59 metros de alto. Como decíamos, incremento en todas sus cotas, incluyendo una distancia entre ejes de 2,69 metros, algo superior a la del BMW X1. 

Interior

El interior del BMW X2 es otro de los puntos que se suman a la profunda renovación. Es similar a lo que vemos en otros modelos de la marca gracias a una tecnología muy avanzada. Eso queda representado a través del BMW Curved Display, esa superficie curva que integra en el mismo marco las dos pantallas protagonistas de este modelo.

Una una instrumentación digital de 10,25 pulgadas con una pantalla táctil principal de 10,7 pulgadas. La primera tiene varias opciones para mostrar la información, se controla a través del volante y se puede completar con un Head-Up Display. La única pega sería que no podemos tener unos relojes tradicionales con las revoluciones como antes.

La segunda es la que controla prácticamente todas las funciones del sistema operativo 9.0, el último de BMW. Los gráficos son muy buenos, pero la información puede llegar a saturar. Requiere de cierto periodo de aprendizaje para hacerse a todas las opciones de personalización. Una vez hecho eso, encontramos ventajas como la conectividad con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica, un nuevo asistente personal inteligente o una navegación completa. La pega principal sería la de siempre, demasiadas funciones en la pantalla, incluyendo la climatización. Se echan en falta botones físicos. 

Estamos ante una marca premium que busca niveles de calidad elevados, incluso en coches de acceso como podría ser el BMW X2. En este caso lo consigue con creces, ya que vemos una atmósfera más distinguida que la mayoría de sus rivales. Destaca la tapicería de cuero, de dos colores en esta unidad, que se extiende por los asientos y varias superficies. Otros materiales son blandos y agradables al tacto, con molduras que llaman la atención y están bien resueltas. Es muy difícil encontrar pegas en este sentido al habitáculo y la iluminación ambiental completa la experiencia.

Una de las dudas principales que le entrarán al potencial comprador del BMW X2 será acerca de su espacio disponible. Las formas del exterior condicionan a la hora de acceder a la segunda fila de asientos y, una vez dentro, hay menos espacio para la cabeza. Los más altos no estarán cómodos en este ejemplar, a pesar de que el espacio para las piernas es bastante bueno.

Por otro lado, hay que mencionar que el X2 no tiene posibilidad de montar la banqueta con desplazamiento longitudinal como sí tiene el X1 y que la plaza central es estrecha. Mejor viajar cuatro adultos y utilizar el reposabrazos central, así como las salidas del aire para estas plazas y las tomas USB-C.

Maletero

El maletero no va a ser un punto fuerte de un SUV coupé, eso estaba claro. Sin embargo, el crecimiento en dimensiones hace que ofrezca un nivel interesante que incluso supera al del BMW X1. En las versiones de combustión más tradicionales tiene 560 litros de capacidad, mientras que el iX2 eléctrico ofrece 525 litros y las versiones microhíbridas curiosamente se quedan en 515 litros. No están nada mal teniendo en cuenta las dimensiones y esas formas tan aprovechables, a lo que habría que sumar la presencia de una toma de 12 V, de iluminación o de un portón eléctrico. 

No es tan positivo ese salto que hay en la boca de carga, que también queda a una altura bastante elevada. Bajo el piso hay un pequeño hueco para objetos, pero no hay espacio para tener una rueda de repuesto. En todo caso, siempre se pueden abatir los asientos traseros en tres partes (40:20:40) para conseguir una mayor capacidad, que puede llegar hasta los 1.470 litros en el mejor de los casos.

Motor

La gama mecánica del BMW X2 es realmente completa. Aunque las versiones eléctricas sean la mayor novedad, sigue dando mucho a la combustión en varios niveles. Por la parte de la gasolina hay uno de acceso, el sDrive20i de tres cilindros con 156 CV, mientras que el tope de gama es el M35i xDrive con cuatro cilindros y 300 CV. Entre los diésel aparecen el sDrive18d con 150 CV, el sDrive20d con 163 CV y el xDrive20d con la misma potencia, pero tracción total. En muchas de esas versiones se consigue la etiqueta ECO gracias a un sistema Mild Hybrid de 48 V.

Por supuesto, la segunda generación del X2 tenía como principal las variante eléctricas. El bautizado como BMW iX2 está disponible en dos sabores. El de acceso es el eDrive20 con tracción delantera y 204 CV, mientras que el tope de gama es el xDrive30 con la tracción total y 313 CV de potencia. Ambos cuentan con una batería de 64,8 kWh de capacidad neta y la autonomía máxima es de 478 kilómetros en el primero y de 449 kilómetros en el segundo.

Comportamiento

Nos ponemos al volante del BMW X2 xDrive20d el que sería tope de gama entre los diésel. Se trata de la versión ideal para aquellos que busquen un nivel de potencia que de garantías cuando se va cargado y/o se realizan viajes largos, que sería el propósito principal de esta versión.

Como decíamos, emplea un motor de cuatro cilindros y 2.0 litros con turboalimentación para llegar a los 163 CV y 400 Nm de par. Además, solamente puede ir ligado a la transmisión automática Steptonic de doble embrague con siete velocidades y, en este caso, se suma la tracción total para aportar un extra de seguridad.

Si echamos un vistazo a la ficha técnica de este ejemplar vemos una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h. No es para tirar cohetes, pero la sensación al volante es positiva. Sobre todo gracias a que los 400 Nm de par están disponibles entre las 1.500 y las 2.500 rpm. Podríamos decir que no se echa de menos el cambio manual gracias a la solvencia de la caja automática.

Destaca por su rapidez a la hora de hacer los cambios y también se nota suave. Se puede operar de forma manual a través de las levas en el volante. También tiene tres modos de conducción tres modos de conducción, que son Efficient, Personal y Sport. No me quiero detener demasiado tiempo, pues no hay cambios demasiado notables entre ellos.

Es cierto que en el más eficiente conseguiremos ajustar los consumos. Hablando de ese tema, este BMW X2 xDrive20d nos ha dejado con una media de 5,7 l/100km, un dato que no está mal teniendo en cuenta que el homologado está entre los 4,8 y los 5,2 litros. Deja la buena sensación de poder superar los 800 kilómetros de autonomía con un depósito y le ayuda el sistema microhíbrido.

Otra de las razones principales para optar por el xDrive20d por encima del sDrive18d de acceso, más allá del incremento de potencia, sería precisamente esa. Este bloque diésel va ligado a un sistema eléctrico de 48 V que le permite reducir los consumos y las emisiones, además de poder portar la etiqueta ECO en su parabrisas. Sirve como apoyo al bloque de gasolina y permite rodar por inercia durante cruceros y aumenta el Start&Stop. Incrementa ligeramente el peso, pero no es algo que se vaya a notar demasiado en su comportamiento dinámico.

A nivel de chasis, tenemos que decir que el BMW X2 ofrece una puesta a punto satisfactoria. Tiene un tacto más deportivo y preciso que la mayoría de sus rivales, sin perder ese confort tan característico de la marca.

Con una suspensión delantera tipo McPherson y una trasera de paralelo deformable, consigue un gran equilibrio. Opcionalmente puede montar la suspensión adaptativa M para ganar algo de agilidad. De hecho, destaca en ese aspecto a pesar de sus 1.780 kg de peso. La frenada es solvente y la dirección no está mal, aunque sigue faltando algo de información.

Opinión coches.com

El BMW X2 es uno de esos vehículos hechos para los amantes del diseño y de la deportividad. Lo que más destaca es su potente diseño que ha sido actualizado, presume de muy buena calidad interior y tiene un comportamiento dinámico que le coloca como uno de los mejores de su segmento. A priori no es un coche que se compre con la cabeza, para eso estaría el X1, pero luego nos sorprende con algunas de sus cualidades. El espacio interior no está mal y el maletero es incluso mayor que en el X1. Por no hablar de que la tecnología entra dentro de lo esperado dentro de un modelo de estas características.

Sin embargo, no es un coche para todos los bolsillos. Tiene un precio de partida de 47.700 euros, lo que significa que a igualdad de equipamiento tiene un sobreprecio de 1.500 euros respecto al X1. Pero claro, esa tarifa se va incrementando según mejoramos su equipamiento o se opta por una versión más potente. En el caso del diésel con tracción total ya se pone en 51.400 euros, pero es que si configuramos una unidad con prácticamente todo como es el caso de la que tenemos, la tarifa supera los 65.000 euros.

BMW X2 xDrive20d
8.1 Nota
Lo mejor
  • Calidad y ajustes interiores
  • Maletero superior al X1
  • Comportamiento dinámico
Lo peor
  • Muchas funciones en la pantalla
  • Plazas traseras menos modulables
  • Precio con extras elevado
Diseño8.5
Habitabilidad7.5
Acabados8.5
Maletero8
Equipamiento8
Motor8.5
Comportamiento8
Calidad Precio7.5

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