
Un apagón paraliza a los robotaxis de San Francisco y hace que replanteemos la conducción autónoma
En los últimos tiempos se ha desbloqueado un nuevo miedo para la mayoría de personas: un apagón que dure mucho tiempo y que deje a las personas en jaque. El pasado sábado 20 de diciembre, un incendio en una subestación de Pacific Gas & Electric (PG&E) dejó sin luz a casi el 30 % de San Francisco, lo que afectó a unos 130.000 hogares y negocios. Hasta aquí, sería una noticia de sucesos más. Pero lo que ocurrió en las calles durante esas horas de penumbra ha destapado una de las verdades más incómodas sobre el futuro de la movilidad: la tecnología autónoma es más frágil de lo que pensábamos.
Mientras los conductores humanos tiraban de instinto y cortesía para navegar cruces con semáforos apagados, la flota de robotaxis de Waymo (propiedad de Alphabet) se sumió en el caos. Cientos de sus Jaguar I-Pace autónomos se quedaron literalmente paralizados y confusos, estáticos y sin poder reaccionar. Se convirtieron en pisapapeles gigantes que nos hacen plantearnos el futuro de esta tecnología.

La teoría dice que, ante un semáforo apagado, un vehículo autónomo debe interpretarlo como un stop de cuatro vías. Sin embargo, la realidad del sábado fue muy distinta. La magnitud del apagón creó tal nivel de incertidumbre que los sistemas de Waymo optaron por la precaución extrema: detenerse. El problema es que se detuvieron en medio de intersecciones, bloqueando carriles y obstaculizando incluso a los servicios de emergencia. La situación llegó a tal punto que Waymo tuvo que tomar una decisión drástica: suspender temporalmente todo su servicio de transporte en la ciudad para «garantizar la seguridad de los pasajeros y el acceso del personal de emergencia».
No fue hasta el domingo por la tarde, con la red eléctrica estabilizada, que los vehículos autónomos de Google volvieron a rodar. Este incidente ha puesto el dedo en la llaga de la teleoperación. A menudo olvidamos que estos coches no son entes totalmente independientes; dependen de una «mente colmena». Cuando el sistema de IA se encuentra con un «caso límite» (como un policía dirigiendo el tráfico o un apagón masivo), solicita ayuda a un operador humano remoto.
Pero aquí viene la trampa: esa asistencia remota necesita redes móviles robustas (5G/LTE) para transmitir vídeo en tiempo real. El apagón del sábado también afectó a las torres de telefonía, degradando la conectividad. Sin semáforos que leer y sin «papá» al otro lado del teléfono para decirles qué hacer, los coches se convirtieron en ladrillos de 80.000 dólares. Por supuesto, no faltó el oportunismo.

Elon Musk aprovechó la coyuntura para lanzar un dardo en X (antes Twitter), asegurando que los robotaxis de Tesla no se vieron afectados por el corte, aunque cabe destacar que la flota de Tesla en la ciudad es significativamente menor y opera bajo parámetros distintos. Mientras tanto, los residentes de San Francisco, ya curtidos en la convivencia con estos vehículos, compartieron vídeos de hasta cinco Waymos bloqueándose mutuamente en un solo cruce, una imagen que oscilaba entre lo cómico y lo distópico.
El incidente de este fin de semana es un baño de humildad para la industria. Nos hemos obsesionado con perfeccionar los LIDAR y las cámaras, pero hemos olvidado que la autonomía total no sirve de nada si depende de una infraestructura eléctrica del siglo XX. Si un simple fusible quemado puede paralizar el transporte de una ciudad bien asentada, quizás deberíamos replantearnos si estamos listos para soltar el volante definitivamente. Por ahora, parece que el mejor sistema de respaldo sigue siendo el cerebro humano.
Fuente: Reuters
Noticias relacionadas

Importar coche americano: ¿cómo traer la fruta prohibida de Estados Unidos?

El ejército de EE.UU. despliega flotas fantasma que se conducen solas hacia el frente

¿Tiene la conducción remota hueco en el panorama actual? Parece un videojuego, pero ya se aplica

Así quieren en Opel comunicarse con los peatones a través del logo de sus coches
¿Te ha gustado esta prueba?
Subscríbete y no te pierdas las últimas novedades cada semana



