El doble motor de China: coches eléctricos en casa y exportación masiva de vehículos de combustión

Una paradoja industrial. Mientras Occidente centra su atención en los coches chinos eléctricos, que ya copan la mitad del mercado doméstico, una realidad menos visible está transformando el panorama automovilístico global. China se ha convertido en el mayor exportador mundial de automóviles, y el 76% de esas exportaciones desde 2020 son vehículos de combustión interna.

Este fenómeno representa un desafío estratégico para los fabricantes tradicionales que están perdiendo terreno tanto en China como en mercados emergentes.

Subsidios eléctricos que impulsan exportaciones térmicas

La explosión de las exportaciones de vehículos con motor de combustión encuentra su origen en las mismas políticas que devastaron los negocios en China de gigantes como Volkswagen, General Motors y Nissan. Los subsidios gubernamentales a los vehículos eléctricos, que superan los 173.000 millones de dólares desde 2017, desencadenaron una guerra de precios que hizo insostenible la venta de vehículos térmicos en el mercado doméstico... y que acabó por inundar también occidente de coches chinos:

«Ese exceso de capacidad se está dirigiendo al resto del mundo», explica Bill Russo, CEO de Automobility. La consultoría estima que China tiene capacidad ociosa para producir hasta 20 millones de vehículos de gasolina anualmente. Esa infraestructura ahora se reorienta hacia mercados internacionales.

Los protagonistas: gigantes estatales reconvertidos en exportadores

Las mayores beneficiarias de esta transformación son las automotrices estatales chinas que históricamente dependían de joint ventures con fabricantes extranjeros:

• SAIC: Sus exportaciones (principalmente de marcas propias) aumentaron de 400.000 unidades en 2020 a más de un millón en 2024
• Dongfeng: Exportó casi 250.000 vehículos el año pasado, cuadruplicando sus cifras en cinco años,
• Chery: Líder exportador chino, con ventas globales que saltaron de 730.000 a 2,6 millones de vehículos entre 2020 y 2024.

«El hecho de que seamos de propiedad estatal es clave», aseguraba en unas declaraciones a mediso Jelte Vernooij, gerente de Dongfeng para Europa Central. «No hay duda de que sobreviviremos».

Los mercados emergentes como nuevo campo de batalla

Hay coches chinos en la mayoría de mercados del mundo. De hecho, España es uno de los puntos de entrada predilectos para llegar a la Unión Europea. Pero son otros países donde se libra la batalla por

• Polonia: Uno de los principales laboratorios de la expansión china. Son ya 33 marcas chinas las que han lanzado o anunciado ventas desde 2023. Y muchas venden principalmente vehículos de gasolina.
• México: Mercado estratégico junto a EE.UU., es el destino principal de exportaciones chinas (más de 200.000 unidades en 2024) y ya tiene un 14% de cuota de mercado. Las marcas tradicionales como Chevrolet han perdido ya un -24% de cuota desde 2023.
• Sudáfrica y Chile: En Sudáfrica, los fabricantes chinos vendieron casi 30.000 vehículos de gasolina frente a solo 11 eléctricos. En Chile, con escasa infraestructura de carga, las marcas chinas vendieron más de 25.000 vehículos térmicos y menos de 1.000 eléctricos

La estrategia competitiva: adaptación local y precios bajos

La clave del éxito chino radica en su pragmatismo comercial. A diferencia de los fabricantes occidentales, las automotrices chinas ofrecen productos adaptados a las necesidades específicas de cada región... y mucho más baratos.

Así las cosas, AlixPartners predice que las ventas anuales de automotrices chinas fuera de China crecerán en 4 millones de vehículos hasta 2030. Los fabricantes chinos controlarán el 30% de la industria automotriz global en cinco años. Ese crecimiento será a expensas del resto de febricantes.

Los fabricantes tradicionales están respondiendo con distintas estrategias:

• Cooperación: GM y Hyundai anunciaron en agosto una alianza para desarrollar coches conjuntamente para Sudamérica
• Adaptación local: Stellantis enfatiza la producción local adaptada a los gustos regionales
• Presión política: México aumentó los aranceles a los coches chinos del 20% al 50% en septiembre.

La expansión china representa más que una competencia comercial. Es la manifestación de una política industrial que está reconfigurando las cadenas de valor globales. Los fabricantes tradicionales no deben solamente competir con los coches eléctricos chinos en sus mercados domésticos, sino defender su posición en un mundo donde China está redefiniendo las reglas del juego en todos los segmentos y tipos de propulsión.

Fuente: AlixPartners