
Spohn DV-13 Convertible, el coche con diseño más extravagante salido de Alemania
El Spohn DV-13 es mucho más que un coche raro: es un símbolo de una época. Representa la transición de una Alemania destruida por la guerra a un mundo donde los sueños de diseño automovilístico no tenían límites.
¿Es feo o es hermoso? La respuesta depende del cristal con que se mire. Pero lo que no se puede negar es que, más de 60 años después de su fabricación, todavía es imposible ignorarlo. En el mundo de los clásicos, eso es es lo que realmente importa.
Pocos coches son tan llamativos y, al mismo tiempo, tan desconocidos como el Spohn DV-13 Convertible de 1957. Este peculiar descapotable, construido sobre un chasis de Ford de 1939 y propulsado por un motor Cadillac V8, es un ejemplo de la creatividad desbordante de posguerra. Con una carrocería de acero, faros dobles y unas aletas traseras que desafían la gravedad, el DV-13 es un automóvil que no pasa desapercibido.
Pero, ¿qué lo hace tan especial? Para entenderlo, hay que remontarse a la historia de Hermann Spohn Karosseriebau, una de las firmas de carroceros más prestigiosas de Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, y su curiosa transformación en los años 50.
Hermann Spohn Karosseriebau: de la elegancia clásica a la extravagancia
Fundada en 1920 en Ravensburg (Alemania) por el maestro carrocero Hermann Spohn, la empresa se especializó en la construcción de carrocerías de lujo para marcas como Maybach, Mercedes-Benz, Bugatti e Hispano-Suiza. Durante las décadas de 1920 y 1930, sus diseños eran sinónimo de elegancia y sofisticación, con líneas limpias y formas aristocráticas.
Sin embargo, la guerra lo cambió todo. Tras la contienda, la demanda de coches de lujo tradicionales se desplomó, y Spohn tuvo que reinventarse. Bajo la dirección de Josef Neher, la empresa comenzó a construir automóviles personalizados para soldados estadounidenses destinados en Alemania. Estos jóvenes militares, influenciados por el estilo de los coches americanos de los 50, encargaban diseños exagerados, con aletas prominentes, cromados brillantes y formas aerodinámicas imposibles.
Uno de los modelos más conocidos de esta época es el Veritas Sportster con aletas de avión, que parece sacado de una película de ciencia ficción. Pero el DV-13 Convertible es, quizás, aún más peculiar.
Spohn DV-13: Nacido para desafiar las leyes del diseño
Construido en 1957, el DV-13 es uno de los últimos coches fabricados por Spohn antes de que la empresa cerrase sus puertas. Se trata de un automóvil coachbuilt, es decir, una carrocería única montada sobre un chasis existente—en este caso, un Ford de 1939.
Lo primero que llama la atención es su estética inusual:
- Faros dobles apilados verticalmente, como si fueran los ojos de un insecto mecánico.
- Una parrilla cromada con formas orgánicas, más propia de un prototipo de los 50 que de un coche de calle.
- Aletas traseras gigantescas, siguiendo la moda de la época pero llevadas al extremo.
- Carrocería completamente de acero, algo poco común en coches tan personalizados, que solían usar fibra de vidrio.
La parte mecánica era justo lo contrario. Aunque su aspecto parece sacado de un cómic, su mecánica es sorprendentemente convencional
- Motor: Cadillac V8 de 5.4 litros (331 pulgadas cúbicas), un bloque potente y fiable.
- Transmisión: Caja manual de tres velocidades de Ford.
- Suspensión: Ejes rígidos con ballestas transversales, típicos de los Ford de preguerra.
- Frenos: Tambores en las cuatro ruedas (como era estándar en la época).
Del desconocimiento a la fama
El DV-13 era una rareza desconocida, hasta que empezaron a pasar cosas:
- 2012: los coleccionistas Wayne Carini (presentador de Chasing Classic Cars) y Ralph Marano lo adquirieron de la Colección Dezer en Miami. Apareció en televisión al participar en concursos de élite lo catapultaron a la fama.
- 2013: Gana el premio Camille Jenatzy al «Exterior más audaz» en el Amelia Island Concours d’Elegance.
- 2014: Se exhibió en el Boca Raton Concours y en la Biblioteca del AACA (Antique Automobile Club of America).
Tiene un diseño que o amas o odias, pero que no deja indiferente. Nos hemos acordado de esta pieza de culto, a la que admiramos por su extravagancia y su historia única, porque ha sido vendida recientemente. Pagaron por ella 66.000 dólares (unos 57.000 euros) en una plataforma de subastas de coches clásicos, con documentación original y repuestos adicionales. ¿Te parece un buen precio?
Fuente: Bring a Trailer
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