¿Merece la pena un SUV pequeño de corte premium como el DS 3?

A los fabricantes de coches se les llena la boca con la palabra «premium». Les encanta hablar de vehículos premium, con materiales premium y un comportamiento que es totalmente... Sí, premium. El caso es que en el sector ya llevamos tiempos separando las marcas generalistas de aquellas que están por encima en posicionamiento (por calidad, tecnología y precios) y también utilizamos esa palabra. Hay segmentos que están llenos de esos coches, pero otros como el de los SUV pequeños no. Ahí es donde entra el DS 3.

Entre los SUV grandes podríamos decir que más de la mitad corresponden a fabricantes premium, pero en este tamaño apenas vemos un par de rivales para el modelo francés. El MINI Countryman y el Audi Q2 son los que le plantan cara en muchos aspectos, incluyendo el precio. El DS 3 estaría a caballo entre los generalistas y los premium, pero tras una semana de pruebas vemos que está más cerca del segundo grupo. Lo decimos por su tremenda personalidad a nivel estético, pero también por lo que vemos dentro.

Lo cierto es que los acabados del pequeño francés están muy por encima de la media, sobre todo en el nivel de equipamiento superior, que derrocha calidad en casi todas las superficies. De hecho, sorprende ver materiales como el Alcántara presentes en el salpicadero, asientos o puertas. El patrón de rombos también hace que tenga un diseño llamativo, aunque lo cierto es que su tecnología es muy similar a la de otros modelos con los que comparte plataforma y que están catalogados como generalistas.

Lo mismo ocurre con la gama mecánica y con el comportamiento dinámico. El DS 3 está bien resuelto y no deja mal sabor de boca, pero tampoco hay mucha diferenciación en este aspecto. Esto nos deja con la cuestión sobre si merece la pena irse a por un modelo premium entre los SUV pequeños.

La respuesta dependerá de cada uno, pero nosotros creemos que solamente para aquellos que tengan la estética y la calidad interior como primeras opciones de compra. También para quien tenga el dinero, pues la tarifa de 26.150 euros de partida está claramente por encima de la media y no es apta para todos los bolsillos.

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