La historia de Peugeot

Si hay una marca que encarna la tenacidad, la innovación y la capacidad de reinventarse del sector automovilístico, esa es Peugeot. Con una trayectoria que se extiende por más de dos siglos, la firma del león es mucho más que un fabricante de coches; es un pedazo vivo de la historia industrial.

En este artículo, desgranaremos la epopeya de Peugeot, desde sus humildes y sorprendentes orígenes hasta su actual posición como referente de la movilidad electrificada. Ponte el cinturón, porque vamos a recorrer una de las historias más ricas y fascinantes del motor.

Un origen mucho antes del automóvil

A menudo pensamos en Peugeot como sinónimo de automóviles, pero sus raíces son mucho más profundas y variadas. La aventura comenzó en 1810, cuando los hermanos Jean-Pierre II y Jean-Frédéric Peugeot transformaron el antiguo molino de cereales familiar en Sous-Cratet (Francia) en una fundición de acero.

Su primer producto no fue un coche, sino herramientas de precisión, muelles, sierras y, curiosamente, molinillos de café y de pimienta. Estos artículos, conocidos por su calidad y durabilidad, cimentaron la reputación de la familia. La calidad y la ingeniería ya estaban en el ADN de la marca décadas antes de que apareciera el primer motor de combustión.

El verdadero punto de inflexión automovilístico llegó de la mano de Armand Peugeot, una figura clave. En 1889, se presenta el Serpollet-Peugeot, un triciclo impulsado por vapor. Sin embargo, Armand rápidamente reconoció el potencial de la gasolina y, en 1891, lanzó el Peugeot Tipo 3, equipado con un motor Daimler bajo licencia. Este es, para muchos historiadores, el primer automóvil de gasolina producido en serie por Peugeot, y marcó su entrada formal en la industria.

La consolidación (1900 – 1930)

Los primeros años del siglo XX fueron de experimentación y consolidación de la ingeniería. Peugeot ya era un actor importante en el incipiente mercado europeo, centrándose en la robustez y la expansión de su gama. Un hito crucial, y de gran relevancia para la marca, fue la introducción de los números con cero en el medio (por ejemplo, 201 en 1929), un sistema de nomenclatura que se convertiría en un sello de identidad inconfundible y que se mantiene hasta hoy.

El Peugeot 201 es particularmente relevante, ya que fue el primero en montar una suspensión delantera independiente, un avance de diseño y confort notable para su época que incrementaba significativamente la seguridad y la comodidad en carretera.

Resurgimiento y elegancia clásica (1940 – 1960)

Tras la paralización impuesta por la Segunda Guerra Mundial, la producción se reinicia con una necesidad imperiosa de movilidad. El Peugeot 203 (lanzado en 1948) se convierte en un éxito global, conocido por su fiabilidad en toda clase de terrenos. Su diseño de berlina monocasco fue una respuesta moderna a la reconstrucción.

En 1955, el lanzamiento del Peugeot 403 revoluciona el diseño de la marca gracias a la colaboración estratégica con el carrocero italiano Pininfarina. Esta alianza daría forma a muchos de los modelos más bellos y emblemáticos de la marca durante las siguientes décadas, combinando la ingeniería francesa con un estilo italiano inconfundible y elegante.

Expansión global y el icónico 504 (1960 – 1980)

En estos años, Peugeot se afianzó como el fabricante de coches más robustos para las geografías más duras, especialmente en África. El Peugeot 504, lanzado en 1968, se convirtió en una leyenda. Famoso por su durabilidad y su capacidad para soportar malos caminos, fue fabricado bajo licencia en países como Nigeria y Kenia durante décadas después de cesar su producción en Europa.

En 1974, en un movimiento estratégico para la supervivencia de ambas, Peugeot adquiere a Citroën, formando el Grupo PSA (Peugeot Société Anonyme). Este paso consolidó su posición como uno de los principales grupos automovilísticos franceses.

La era de los superventas y los rally (1980 – 2000)

Esta época marcó la resurrección de la compañía tras una crisis financiera y la consagración definitiva de Peugeot en la cultura popular. En 1983 nace el legendario Peugeot 205. Este modelo es un antes y un después. No solo salvó a la compañía de la quiebra gracias a su popularidad masiva, sino que su versión GTI se convirtió en el referente de los utilitarios deportivos, mientras que su dominio en el Mundial de Rally (WRC) con la versión T16 lo inmortalizó como un icono de la década de 1980. El Peugeot 406 de finales de los 90, conocido por su confort y elegancia, también se convirtió en un superventas y un símbolo de la berlina de clase media.

Actualidad: diseño, tecnología y electrificación

El nuevo milenio trajo consigo un enfoque renovado en la calidad de los interiores, la tecnología y el diseño. Peugeot se atrevió con conceptos más rupturistas, como el innovador puesto de conducción i-Cockpit y diseños que han cosechado premios, destacando modelos como el 3008, que ganó el Coche del Año en Europa en 2017.

La marca ha redefinido su posicionamiento, apuntando claramente al segmento premium generalista. Con la fusión que dio lugar a Stellantis (junto a FCA), el presente de Peugeot se define por la electrificación, ofreciendo versiones totalmente eléctricas (e-208, e-2008) y con híbridos enchufables en casi toda su gama, anticipándose a las exigencias medioambientales globales.

Historia del logotipo de Peugeot

El logotipo de Peugeot es uno de los más reconocibles y antiguos del mundo del motor, siendo un elemento clave de su identidad visual y un ejercicio constante de evolución. El león fue registrado como marca en 1858 y, en su concepción original, fue creado para simbolizar las cualidades de las herramientas de acero que fabricaba la empresa: la rapidez de corte de la cuchilla, representada por el león caminando sobre una flecha; la flexibilidad del muelle; y la fuerza del diente.

A lo largo del siglo XX, el emblema fue simplificándose y adaptándose a los vehículos. En los años 30, la figura del león, a menudo solo su cabeza, se integró directamente en el capó de modelos como el 402, buscando una estética más aerodinámica. En los años 60, el diseño evolucionó hacia el león «rampante» (erguido sobre dos patas) dentro de un escudo, asociando el vehículo a la nobleza y la heráldica.

La última gran transformación llegó en 2021, coincidiendo con la entrada de Peugeot en la era Stellantis. El nuevo logo es un escudo estilizado que muestra únicamente la cabeza del león. Este diseño, más plano y minimalista, se adapta a la perfección a la era digital y simboliza la ambición de Peugeot de ser percibida como una marca premium y atemporal, mirando al futuro sin olvidar la tradición.

Hitos legendarios y palmarés en competición

Peugeot no se entiende sin la competición. El motorsport ha sido su laboratorio de pruebas y su escaparate de excelencia, demostrando una ingeniería superior en las pruebas más exigentes:

• Indianapolis 500: Peugeot fue una de las primeras marcas europeas en dominar en Estados Unidos ganando en 1913, 1916 y 1919 con motores de vanguardia para la época, como el famoso DOHC (doble árbol de levas en cabeza).
• Dominio en WRC (Grupo B): Los años 80 son sinónimo del legendario Peugeot 205 T16. Bajo la dirección de Jean Todt, este bólido de tracción total conquistó dos títulos de constructores y dos de pilotos (1985 y 1986), marcando una era de dominio absoluto.
• Rally Dakar: Tras la prohibición del Grupo B, Peugeot se pasó al Dakar, ganando con el 205 T16 Grand Raid y el 405 T16 (varias veces a finales de los 80), y regresando con éxito en la década de 2010 con el buggy 3008 DKR.
• Le Mans: Su éxito más significativo en resistencia fue con el Peugeot 905 en las 24 Horas de Le Mans de 1992 y 1993, y más recientemente con el prototipo 908 HDi FAP que se alzó con la victoria en 2009.

El futuro de Peugeot

El futuro de la marca está claramente definido por dos pilares clave que la sitúan a la vanguardia de la industria:

• Movilidad eléctrica: Peugeot se ha comprometido firmemente a ser una marca líder en la transición energética, con el objetivo de ofrecer una versión electrificada (EV o Plug-in Hybrid) de cada modelo en su gama en un futuro muy próximo. La arquitectura de las plataformas STLA de Stellantis será la base de los próximos vehículos, lo que permitirá significativas mejoras en la autonomía y en la eficiencia de carga.
• Posicionamiento Upmarket: La estrategia de Peugeot pasa por asentarse firmemente en el segmento superior, ofreciendo una experiencia a bordo que compite con firmas tradicionalmente premium. Esto se logra a través de la introducción de materiales de alta calidad, diseños interiores audaces (con el i-Cockpit como seña de identidad) y la integración de tecnologías de asistencia a la conducción de última generación.

Desde aquellos primeros molinillos de café hasta los sofisticados vehículos eléctricos que vemos hoy, la historia de Peugeot es una lección de perseverancia e ingeniería. Es una marca que ha sabido honrar su legado industrial mientras mira hacia el futuro, asegurándose un puesto de honor en la movilidad del mañana.