
El Aston Martin Lagonda Rapide que fusionaba deportividad y lujo
En 1961, cuando Aston Martin presentó el Lagonda Rapide, el mundo del automóvil no daba crédito: ¿Un Aston Martin de cuatro puertas? La idea parecía una herejía para una marca asociada a coches de carreras y Gran Turismo. Sin embargo, David Brown el visionario propietario de Aston Martin tenía un plan tan claro como audaz: crear un sedán de lujo que combinase el prestigio británico con el rendimiento de sus deportivos.
El resultado fue el Aston Martin Lagonda Rapide, un automóvil del que sólo se fabricaron 55 unidades entre 1961 y 1964, todas hechas a mano en Newport Pagnell, excepto el prototipo original. De esa exigua cifre se cree que hoy apenas sobreviven 47, por lo que es una pieza codiciada por coleccionistas. Tanto por su rareza, como por su fascinante historia.
La elegante carrocería había sido diseñada con estructura Superleggera: carrocería de aluminio sobre estructura tubular, diseñada por Carrozzeria Touring (creadores del DB4). Luego era movido por un seis cilindros en línea de 4.0 litros, obra de Tadek Marek, el mismo ingeniero de los Aston Martin que competían en Le Mans.
Entregaba 236 CV de potencia, suficiente para alcanzar 210 km/h (una barbaridad para un sedán en 1961). La caja de cambio era automática Borg-Warner de tres velocidades (hubo siete unidades excepcionales con cambio manual), con suspensión delantera independiente y trasera De Dion, para un equilibrio entre confort y deportividad. Contaba con frenos de disco en las cuatro ruedas (algo avanzado para la época).
A pesar de ser una berlina de cuatro puertas, el Lagona Rapide conservó gran parte del carácter del DB4 en su diseño: capó largo, trasera corta y proporciones que se inclinaban considerablemente hacia la tradición GT en lugar del diseño berlina convencional de la época.
En el interior, el Lagonda Rapide contaba con un equipamiento de alta gama, con tapicería de cuero Connolly, alfombrillas gruesas, chapas de madera pulida y tablero de instrumentos Smiths. Y si bien el habitáculo evocaba la herencia deportiva de Aston Martin, se diseñó con un mayor énfasis en la comodidad y el lujo, especialmente para los pasajeros de los asientos traseros.
¿Por qué no triunfó el Aston Martin Lagonda Rapide?
Presentado en 1961, como decíamos, pretendía ser el resurgir de la marca Lagonda, propiedad de Aston Martin desde 1947. Fue un intento de Aston Martin por consolidarse en el mercado británico de berlinas de lujo de alto rendimiento, dominado por marca británicas en aquel entonces: Rolls-Royce, Bentley y Jaguar.
Sin embargo, el Rapide era demasiado deportivo para los clientes de Rolls-Royce y demasiado caro para los de Jaguar. Su precio –5.000 libras de la época–, era muy superior al Bentley S2 y apenas los verdaderos entusiastas lo apreciaban. Además, su diseño, aunque elegante, no tenía el estatus tradicional de un Bentley o un Rolls.
Se intentó posicionar en parte con el nombre Lagonda, que aún tenía un peso considerable a principios de la década de 1960. Fundada originalmente en 1906, la marca había tenido épocas de éxito antes de verse en dificultades financieras tras la Segunda Guerra Mundial. David Brown la adquirió en 1947, justo cuando Aston Martin empezaba a ganar prestigio como fabricante de coches rápidos, culminado con con su victoria en las 24 Horas de Le Mans de 1959.
El valor histórico
A pesar del fracaso comercial, el Aston Martin Lagonda Rapide sentó un precedente: prefiguró los futuros esfuerzos de Aston Martin por desarrollar modelos más grandes y lujosos. Sentó las bases para futuros Aston Martin de cuatro puertas, como el Lagonda V8 de los 70 o el Rapide moderno, que recuperó el nombre en 2011.
Casi desconocido, fue el puente entre los GT de la serie DB y las berlinas posteriores. Un producto de su época, cuando las fronteras entre los deportivos y los coches de lujo eran más difusas que ahora. Aston Martin lo promocionó como «el coche para el caballero que conduce su propio automóvil», pero en los 60, los compradores de lujo preferían ser llevados.
Con su diseño Touring y su mecánica derivada del DB4, es ha vuelto cada vez más codiciado por los coleccionistas, sobre todo por los apasionados de las carrocerías extrañas de Aston Martin.
Hemos recordado al Aston Martin Lagonda Rapide porque una unidad ha estado en venta. Y eso es noticia Se cree que es el decimocuarto fabricado del total de 55 unidades. Apenas con 96.000 km en su odómetro y lleva años en una colección privada en exposición estática, por lo que precisa de una puesta a punto antes de poder conducirlo.
En el interior, este Lagonda Rapide se equipó con un acabado de alta calidad, con tapicería completa de cuero Connolly, chapas de madera pulida y el juego completo de instrumentos Smiths. El coche se entregó en su día nuevo a The London Rubber Company, una empresa más conocida por el nombre de su marca más famosa: Durex. Posiblemente entonces se destinase a transporte ejecutivo.
Fuente: Bonhams
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