
¿Conducir un coche eléctrico te expone a más radiación? Esto dice la ciencia
El auge del coche eléctrico ha traído consigo nuevas preguntas, muchas de ellas relacionadas con la seguridad y la salud. Una de las más repetidas es si los usuarios de vehículos eléctricos están más expuestos a la radiación electromagnética, también conocida como electrosmog. Un estudio reciente encargado por la Oficina Federal de Protección Radiológica de Alemania arroja luz definitiva sobre el asunto: los eléctricos no suponen un riesgo para la salud por radiación, ni siquiera para personas con implantes médicos. Pero vayamos por partes.
Qué es realmente el electrosmog
El término electrosmog agrupa todos los campos eléctricos y magnéticos que nos rodean cuando circula corriente eléctrica. Esto no es exclusivo de los coches eléctricos: ocurre en un vehículo de combustión, en un tren, en un tranvía, en nuestra casa y prácticamente en cualquier entorno urbano moderno. Incluso tendríamos que sumar cada vez que hablas por teléfono, te conectas a internet o ves la televisión.
La ciencia distingue tres tipos de campos:
- Campos estáticos: como el campo magnético terrestre o el de un imán.
- Campos de baja frecuencia: generados por variaciones de corriente y tensión, presentes en motores, cableado o electrodomésticos.
- Campos de alta frecuencia: relacionados con comunicaciones inalámbricas como Bluetooth, WiFi o sistemas de radar.
Todos los vehículos (eléctricos o no) producen algún grado de estos campos. La diferencia está en el origen y la intensidad.
Qué se ha analizado en el estudio

La investigación, una de las más completas realizadas hasta la fecha, se ha llevado a cabo por el ADAC, el Forschungszentrum für elektromagnetische Umweltverträglichkeit (femu), la Uniklinik RWTH Aachen y Seibersdorf Laboratories. En total, más de 975.000 mediciones en:
- 11 coches eléctricos
- 2 híbridos enchufables
- 1 coche de combustión (como referencia)
- 4 motocicletas eléctricas
Las mediciones se realizaron en banco de pruebas, en circuito y en tráfico real, utilizando un dummy con 10 sensores distribuidos desde los pies hasta la cabeza.
Resultados: no hay riesgo para la salud
La conclusión es contundente: ninguno de los vehículos eléctricos analizados supera los límites de exposición establecidos por la ICNIRP, la comisión internacional que fija los niveles seguros de radiación. Ni siquiera en situaciones en las que los valores son más altos, como aceleraciones fuertes, frenadas bruscas, conexión de componentes eléctricos o uso simultáneo de sistemas de confort.
Incluso para colectivos sensibles como portadores de marcapasos o mujeres embarazadas, en ningún caso se detecta riesgo. Los picos medidos nunca superan los umbrales que podrían causar efectos fisiológicos.
¿Dónde se producen los valores más altos?

El estudio sí identifica zonas concretas con niveles más elevados, aunque siempre dentro de la seguridad:
- En el área de los pies del conductor y del pasajero: por proximidad a cableado y electrónica de potencia.
- En la zona lumbar cuando está activada el asiento calefactable: algunos sistemas generan campos magnéticos constantes por su regulación interna.
Estos niveles también aparecen en coches de combustión si tienen equipamiento similar. No es algo exclusivo del vehículo eléctrico. El estudio incluye comparaciones con trenes, metro, tranvías y otros vehículos; la conclusión es clara. La exposición en un coche eléctrico es similar o incluso inferior a la de muchos transportes públicos eléctricos. Es decir, viajar en un EV no implica un entorno electromagnético más agresivo que el habitual en la movilidad moderna.
Conclusión: mitos fuera, datos dentro

El debate sobre la posible «radiación» de los coches eléctricos suele estar cargado de desinformación. Sin embargo, este estudio confirma de manera sólida que:
- No existe riesgo para la salud al conducir un coche eléctrico.
- Los niveles de radiación están muy por debajo de los límites establecidos.
- Los picos detectados son breves, localizados e inocuos.
- La exposición es similar a la de trenes, metros y otros vehículos eléctricos.
En definitiva, la movilidad eléctrica no solo es eficiente y más sostenible a largo plazo, sino también segura desde el punto de vista electromagnético. La ciencia lo respalda con datos, y este estudio alemán es una prueba de ello. Si había dudas, ya no las hay: conducir un coche eléctrico no te expone a más radiación peligrosa que cualquier otro vehículo moderno.
Fuente: ADAC
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