Dacia Bigster hybrid 155: prueba contacto con el paso adelante de Dacia

El mundo de la automoción está cambiando a pasos agigantados. Y una de las marcas que más se ha transformado en los últimos tiempos es Dacia. Nueva identidad, llegada de la electrificación… y ahora llega la culminación de este cambio, el Dacia Bigster.

Se trata de un SUV compacto que pretende responder a las demandas del sector que más vende y más crece en Europa. Quiere seguir los pasos del Duster, que ya es el SUV más vendido a particulares en el continente y que también tiene unas cifras muy buenas de ventas en España (donde el Sandero lleva tiempo liderando).

Está disponible desde 24.590 euros, cifra que se eleva a los 29.290 con la motorización híbrida que hemos probado por vez primera. No son cifras de derribo, pero sí por debajo de lo que se pide

Se trata de precios de tarifa, sin descuentos. Puedes encontrar ofertas del Dacia Bigster en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca. Contamos también con herramientas para financiar el coche que te ayudarán a pagarlo más cómodamente mes a mes. Pero

Exterior

Desde la llegada del actual Sandero­ (sobre todo de su versión Stepway), la marca busca dar un toque más de diseño a sus vehículos, sin perder ese carácter robusto que lleva en su ADN. Ejemplo de ello, el nuevo Duster y también este Bigster que podríamos considerar su hermano mayor.

El diseño de ambos SUV es es casi idéntico, con solo algunos detalles que los distinguen. Las diferencias más evidentes están en el parachoques delantero, con líneas más marcadas y angulares. Mantiene los mismos faros y la parrilla frontal con el logo de la marca.

Es en la vista lateral donde se nota más el cambio. Las similitudes con el Duster se mantienen hasta el pilar B, pero a partir de ahí, el diseño toma su propio camino. Las llantas son nuevas, disponibles en 17 o 18 pulgadas, y existe la opción de una carrocería en dos colores, con el techo en negro. Hay una paleta de seis tonos a elegir, nuestra unidad tenía el azul Indigo.

El Bigster mide 4.570 mm de longitud, de los que 2.702 mm corresponden a la distancia entre ejes. Esta cota es mayor que el Duster, por lo que su interior es más amplio y también tiene un mayor voladizo delantero para incrementar el maletero respecto de su hermano mayor. Otras cotas son los 1.813 mm de ancho o los 1.662 mm de altura.

La parte posterior del Bigster sigue muy parecida a la del Duster, con faros en forma de V. Sin embargo, su mayor tamaño le da un aspecto más volumétrico y musculoso. En el pilar C lleva el nombre del modelo, y sobre la luneta, un pequeño alerón que refuerza su estilo.

Interior

El habitáculo del Bigster sigue la misma línea de diseño que el Duster, aunque con mejoras en equipamiento y espacio. A primera vista, los materiales y acabados pueden parecer idénticos, pero las diferencias se notan en detalles como el techo panorámico más grande (que se abre hasta 57 cm), que es propio del acabado Journey que probamos.

También se renueva la consola que separa los asientos, más elevada y con un reposabrazos más ergonómico, además de variar la posición de la palanca de cambios. Además, integra un cargador inalámbrico, guantera refrigerada o reposavasos. Nada extraordinario… pero necesario para competir en el segmento de mayor volumen (y competencia) de Europa.

En cuanto a tecnología, el salpicadero integra dos pantallas, una de 10 pulgadas como cuadro de instrumentos digital, detrás del volante, y otra de 10,1 para el sistema multimedia en el centro del salpicadero, compatible con Apple CarPlay y Android Auto. La versión de acceso tiene una algo menor, de 7 pulgadas.

Gracias a su mayor tamaño, el Bigster ofrece un interior más amplio, especialmente en las plazas traseras, que ahora son más holgadas. La parte central del respaldo que forma entonces un reposabrazos que incorpora dos portavasos y un soporte para smartphone. No faltan al final de la consola salidas de aire acondicionado y tomas USB para cargar dispositivos.

Maletero

La marca nos habla de un maletero enorme, de hasta 702 litros hasta la bandeja. Es un cofre muy generoso pero para compararlo debidamente con sus rivales hay que tomar el dato VDA. Son 667 litros, que sigue siendo una cifra excelente para un SUV compacto.

En nuestra unidad híbrida se reduce un poco, hasta los 546 litros. Se trata, no obstante, de un hueco amplísimo, de formas muy regulares y con un piso que puedes colocar a dos alturas. En ese doble fondo encontramos una rueda de repuesto, pero nos llamó la atención que el gato se encontrase, sin bolsa de ningún tipo, en los huecos laterales.

Hay elementos prácticos, como los puntos de fijación YouClip, iluminación o toma de 12 voltios. Puedes también abatir los respaldos de los asientos traseros, divididos en proporción 40/20/40, para conseguir un espacio de hasta 1.851 litros de capacidad y una longitud máxima de 2,7 metros. La marca ofrece incluso una aplicación móvil para optimizar la carga del maletero con un asistente integrado.

Motor

Hace unas semanas explicábamos la receta Dacia para bajar emisiones sin disparar los precios. El Bigster la sigue a pies juntillas, con tres opciones con etiqueta ECO muy diversas.

La más convencional es un mild hybrid de 140 CV y 230 Nm de par que anuncia un consumo de 5,5 l/100 km. Es un motor que se puede elegir también con tracción total 4×4 con 130 CV y un gasto de 6,1 l/100 km). Luego hay dos opciones inéditas hasta el momento, el mild hybrid GLP de 140 CV, una opción bifuel que promete un consumo de 5,4 l/100 km (7,3 l/100 km de GLP), ideal para quien haga muchos km al año.

Para un uso más urbano la opción que interesa puede ser el Bigster hybrid 155 CV que hemos conducido y cuya mecánica se fabrica en España. Combina un motor 1.8 de gasolina con 107 CV con dos eléctricos (uno de 49 CV que impulsa el coche y otro de 20 CV que sirve de generador), más una batería de 1,4 kWh de capacidad. Resultado, 155 CV de potencia y 4,7 l/100 km de consumo medio homologado. Hora de ver qué tal va.

Comportamiento

La marca hablaba de esta versión como la más sencilla de conducir. Conocemos el sistema híbrido de Renault y es cierto que es cómodo de llevar. Se puede mover bastante en modo eléctrico a velocidades bajas (en ámbito urbano la marca habla del 80 % del tiempo).

Nada, en realidad, que no hubiésemos visto en la prueba del Dacia Duster. El extra de potencia respecto a este le viene bien para ganar velocidad con bastante solvencia (completa el 0 a 100 km/h en 9,7 segundos) y para mantenerla en autovía sin demasiados problemas (alcanza 180 km/h de velocidad máxima).

No se trató de una prueba a fondo, así que no pudimos medir los consumos en detalle (lo dejaremos para otra ocasión). Sí nos fijamos todo lo posible en la insonorización, el apartado que Dacia ha trabajado mucho. En la presentación hicieron hincapié en elementos como el parabrisas acústico, los aislamientos en los pasos de rueda o los vidrios de mayor grosor, además de elementos para absorber el ruido en diferentes zonas.

Esto debería mejorar el confort acústico respecto del Dacia Duster, que es posiblemente el aspecto en que más flojea. Está un paso por encima, sobre todo en lo que se refiere a insonorización mecánica. No tanto en sonido aerodinámico a partir de 100 km/h, ya que las formas lo condicionan mucho y puede que esté un paso por detrás de algunos rivales del segmento mucho más caros. En el documental Anatomía de un Retorno (disponible en Amazon Prime, incidían mucho en ello. Va mejor que cualquier otro Dacia, pero no es excelso.

Por lo demás, en este breve contacto confirmó lo esperado. El Bigster es un coche cómodo, estable, que se conduce con suma facilidad y responde bien a las órdenes que le solicitamos desde el volante. No busca ser deportivo, eficaz en curva o aislar de la carretera en exceso. Cumple de sobra con lo que demanda la mayoría.

Opinión coches.com

Las cifras de venta de Dacia pueden hacerte pensar que tienen una amplísima gama de vehículos, pero hasta la llegada del Bigster apenas estaban presentes en el 58 % del mercado. El nuevo modelo amplía el espectro hasta el 88 %. No veremos berlinas o SUV de lujo en Dacia… pero sí un producto como este Bigster, que está a la altura de cualquier marcar generalista.

Me gusta la oferta mecánica. Por distinta, porque ofrece siempre etiqueta ECO y porque apuesta por híbridos convencionales… de nueva factura. Se acabó lo de usar tecnología amortizada dentro del Grupo. Ahora toca estrenar tecnologías de propulsión que, a buen seguro, llegarán a otras marcas.

La subida de nivel se nota en ese equipamiento que no habíamos visto hasta la fecha en Dacia. Sin ser innovadores, son necesarios para convencer al cliente que busca un SUV compacto. ¿El ahorro para ofrecerlo por algo menos que el resto? No ofrecer de más… pero tampoco de menos. Así logran que el coche pese menos que los rivales (en torno a 150 kg, que no es poco), lo que ayuda a mantener emisiones y consumos a raya.

Ofrecer mucho por menos del precio medio de sus rivales, sin mostrar flaquezas notables, en un SUV espacioso y bastante cómodo es bastante ambicioso. ¿Preferirá el mercado otras opciones más baratas? Lo veremos en los próximos meses.