
La historia de Lexus
Lexus se ha ganado a pulso el poder ser definida con términos como lujo o fiabilidad. La realidad es que su fundación fue el resultado de una estrategia industrial y cultural ambiciosa. Toyota buscaba crear una marca premium capaz de competir con los grandes europeos y norteamericanos en su propio terreno, llegar a lugares donde no había llegado. Ahora hacemos un repaso por su historia para descubrir su origen, la evolución que ha tenido a lo largo del tiempo y también cuáles son sus directrices.
Orígenes: el sueño de lujo de Toyota
A comienzos de los años 80 Toyota decidió dar el salto al segmento premium. La compañía japonesa puso en marcha un programa secreto para desarrollar un sedán de lujo que combinara calidad de construcción, refinamiento y silencio de marcha con una relación calidad-precio superior. De hecho, la llamada de Eiji Toyoda fue a «hacer el mejor coche del mundo«. Tras varios años de pruebas que reunieron a más de mil ingenieros y decenas de diseñadores se concluyó el experimento.

Porque ese de esfuerzo desembocó en el nacimiento de Lexus, marca que fue presentada oficialmente en 1989 en Estados Unidos (que fue su mercado inicial) con el LS 400, alias «el mejor coche del mundo» como buque insignia. La estrategia fue doble: no solo desarrollar un coche técnicamente competitivo, sino también crear una experiencia de marca totalmente adaptada al cliente premium. Se centraron en el servicio posventa, calidad en cada contacto y un posicionamiento de producto claro.
Años 90: expansión y asentamiento
Tras el éxito inicial del LS 400, Lexus amplió rápidamente su gama con sedanes y coupés orientados al lujo: el ES, el GS y el SC. La marca consolidó su reputación por la excelencia en acabado, aislamiento y atención al cliente, ganando premios de satisfacción y fiabilidad que contribuirían a su posicionamiento frente a firmas europeas asentadas. Podríamos decir que rápidamente se convirtió en el rival perfecto para las marcas alemanas, una alternativa a las míticas Mercedes, BMW o Audi.
Años 2000: diferenciación y tecnología híbrida

Con el nuevo milenio, Lexus abrazó la electrificación. Era una decisión lógica teniendo en cuenta su relación con Toyota y la tecnología pionera que comenzaba a llegar a los mercados. Se convirtió en pionera en la adopción de tecnologías híbridas en el segmento premium y el Lexus RX fue su punta de lanza. Se trató del primer SUV de lujo híbrido del mundo y adelantó a sus rivales en muchos aspectos. Durante esta época siguió la expansión a nivel mundial y establecieron grandes estándares de calidad.
Entrando en 2010: diseño atrevido y rendimiento

Durante la década de 2010, la marca estrenó un diseño más expresivo, tanto es así que la parrilla en en forma de reloj de arena se hizo icónica. También le sirvió para consolidar una vertiente deportiva con la creación de su división F. Bajo esa letra icónica nacieron modelos de alto rendimiento como los IS F o RC F. También el proyecto extremo del Lexus LFA, un superdeportivo de edición limitada que demostró la capacidad técnica de la marca y su deseo de validar su prestigio más allá del confort.
Actualidad: electrificación y digitalización
Entre 2021 y 2022, Lexus superó los 2 millones de unidades electrificadas y confirmó planes ambiciosos: solo venderá vehículos eléctricos puros a nivel mundial para 2035. Por lo tanto, podemos decir que Lexus ha acelerado su hoja de ruta hacia la electrificación, ampliando la oferta de modelos híbridos enchufables y eléctricos. Al mismo tiempo está explorando nuevas experiencias de lujo digital y sostenibilidad en materiales y procesos de producción.
El logo y la identidad de marca

El emblema de Lexus, una «L» estilizada dentro de un óvalo, fue diseñado por Molly Designs y Hunter/Korobkin con gran meticulosidad, utilizando fórmulas matemáticas para lograr precisión y reproducibilidad. Desde su primer logotipo, ha simbolizado elegancia, tecnología y una búsqueda constante de perfección. El nombre Lexus no tiene un origen claro y unánime: algunas teorías lo relacionan con luxury y elegance, otras con «luxury exports to the U.S.», aunque según un equipo de marketing, simplemente fue elegido por su sonoridad lujosa y moderna.
Hitos que marcaron la trayectoria
- LS 400 (1989): el lanzamiento que cambió la percepción del lujo japonés.
- Lexus y la fiabilidad: años de buenos resultados en estudios de calidad inicial (J.D. Power u otros) cimentaron la confianza del cliente.
- Primera oleada híbrida premium: Lexus fue de las primeras marcas de lujo en ofrecer soluciones híbridas con argumentos comerciales sólidos.
- LFA y la consolidación técnica: el superdeportivo limitó su producción, pero elevó el prestigio técnico de la marca.
- Expansión global: Lexus dejó de ser solo una marca para Estados Unidos y Japón para convertirse en actor global en Europa, China y más mercados.
Lexus en competición

Aunque la competición no ha sido el núcleo de la identidad de Lexus (su foco inicial fue el confort y la calidad) la marca sí ha invertido en actividades deportivas para mejorar su tecnología y prestigio. Ha participado en campeonatos como Super GT en Japón y ha desarrollado variantes GT3 y programas de competición que han servido para trasladar aprendizajes en suspensión, refrigeración y frenos a los modelos de calle. Además, la división F ayuda a alimentar la imagen de deportividad con modelos más prestacionales.
El legado y futuro
Lexus logró una fórmula comercialmente eficaz: ofrecer lujo tangible (acabados, aislamiento, ergonomía), servicio cuidado (red de concesionarios y atención posventa) y tecnología práctica (híbridos desde temprano). Esa combinación ha hecho que muchos clientes valoren la marca no solo por el producto, sino por la experiencia global.

El reto de Lexus en los próximos años será mantener su promesa de lujo durante la transición a la movilidad eléctrica. La marca ya avanza en modelos 100 % eléctricos, nuevas arquitecturas y en la sustitución de materiales por alternativas más sostenibles, sin renunciar a lo que la hizo grande: el detalle, el confort y la atención al cliente. Paralelamente, la electrificación abre la posibilidad de reinventar el interior del vehículo y la experiencia de usuario, dos campos en los que Lexus puede intentar marcar la diferencia.
Lexus nació como la respuesta estratégica de Toyota al mercado del lujo y, con el tiempo, ha construido una identidad propia basada en calidad, servicio y la adopción temprana de tecnologías híbridas. Su historia es la de una marca que combinó la meticulosidad japonesa con ambición global: la prueba está en su capacidad para reconocer tendencias y traducirlas en productos que, sin perder la esencia del lujo, atraen a una clientela exigente.
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