Los analistas están de acuerdo: adiós al ‘boom’ de los coches eléctricos chinos

Durante meses, los inversores en acciones de fabricantes chinos de vehículos eléctricos esperaban ansiosos una temporada de resultados fuerte que confirmara el vigor del sector y empujara aún más sus cotizaciones. Xpeng, por ejemplo, llegó a acumular ganancias superiores al 130% interanuales a principios de noviembre.

El mercado estaba eufórico, impulsado por un repunte del apetito por el riesgo global y una mejora en la perspectiva de los activos chinos. Sin embargo, esa esperanza se ha topado con una dura realidad. Los resultados publicados recientemente han sido, en general, decepcionantes, inyectando una dosis de ansiedad sobre lo que puede deparar el futuro.

Las acciones se han desplomado: Xpeng cayó un 10% en Hong Kong tras revelar pérdidas continuadas y un pronóstico débil, mientras que Leapmotor (socio de Stellantis) tocó su nivel más bajo desde abril. El auge del coche eléctrico en China, cuya evolución y causas analizamos en este vídeo, parece que ha tocado techo:

Los números que desilusionan

Los signos de presión son evidentes incluso en los gigantes consolidados.

• BYD, el líder mundial en ventas de EV, mostró márgenes que, aunque robustos, reflejan la intensa competencia. Pero es en las previsiones donde se concentra la alarma:
• Li Auto y Nio emitieron pronósticos de ingresos y entregas para el cuarto trimestre por debajo de las expectativas del mercado.
• Leapmotor, a pesar de casi duplicar sus ventas –analizamos su caso en este artículo–, obtuvo un beneficio inferior al 65% de lo estimado por los analistas.

Estas perspectivas sugieren una demanda del consumidor más lenta de lo esperado en un período crítico para que los fabricantes alcancen sus objetivos anuales. Los analistas proyectaban un repunte de las entregas hacia finales de 2025, impulsado por los consumidores en busca de beneficios fiscales (antes de que se reinstauren parcialmente en 2026). Han errado en sus previsiones.

2026: El año de la desaceleración y el desafío

La atención se desplaza ahora hacia cómo les irá a los fabricantes chinos de coches eléctricos el próximo año. El consenso es que el entorno será notablemente más difícil.

• Desaceleración de la demanda doméstica: Se espera que el crecimiento de los vehículos de nueva energía en China se frene. Las estimaciones han pasado de un aumento del 27% en 2025 a solo un 13% en 2026, según Bloomberg Intelligence. El impulso de las políticas gubernamentales de incentivos y reemplazo de vehículos, que han sostenido el mercado durante casi dos años, está perdiendo fuerza.
• Guerra de precios y márgenes bajo presión: A pesar de una campaña gubernamental para frenar la involution (competencia despiadada), los descuentos persisten. Geely ofreció recientemente un reembolso de hasta 15.000 yuanes (cerca de 2.000 euros) para compensar la reducción de las exenciones fiscales. A esto se suma el aumento de los costes de las baterías.
• Cambio en las preferencias del consumidor: Se observa una tendencia clara hacia la desclasificación. Los compradores que antes elegían modelos de gama media-alta ahora se inclinan hacia coches de mercado masivo, explica Xiao Feng, de CLSA en Hong Kong. Esto beneficia a fabricantes como BYD, Geely y Leapmotor, que están mejor posicionados para un posible enfriamiento del mercado.

Las estrategias de supervivencia

Ante este panorama doméstico complejo, los fabricantes buscan nuevos motores de crecimiento:

• Expansión agresiva en el extranjero: Vender en mercados como Europa y América Latina, donde pueden obtener precios más altos y mejorar los márgenes, se ha convertido en una prioridad estratégica. Las ventas en el exterior de BYD se más que duplicaron interanual en el tercer trimestre, y Geely espera que sus ventas fuera de China aumenten hasta un 80% el próximo año. Si es necesario hacer coches híbridos que se adaptan más a las necesidades del mercado, se hace:

• Apuesta por la inteligencia artificial y la robótica: Algunos ven el futuro más allá del propio automóvil. Xpeng anunció planes para producir en masa humanoides a finales de 2026, y Li Auto habla de transformar sus vehículos en robots con «IA encarnada». Son esfuerzos a largo plazo que buscan redefinir la propuesta de valor.

Un horizonte nublado

Por ahora, el segmento de los coches eléctricos chinos se enfrenta a un panorama incierto. La euforia inicial ha dado paso a un ajuste de cuentas con la realidad de los márgenes, la demanda y el fin del ciclo de estímulos. Los inversores son cautelosos y exigen claridad sobre las políticas para 2026 antes de comprometer más capital. «Los inversores serían reacios a aumentar las inversiones en este sector sin una claridad política para 2026», escribieron los analistas de UBS.

Pero el mensaje es claro: el «boom» desenfrenado ha terminado. Ahora comienza una fase más madura, compleja y competitiva, donde solo los más eficientes, innovadores e internacionalizados podrán mantener el liderazgo y la rentabilidad. El invierno eléctrico en China puede que no congele el sector, pero lo pondrá a prueba.

Fuente: Automotive News