Leapmotor, el tapado chino que acelera para liderar la revolución eléctrica

En el frenético y superpoblado mundo de los vehículos eléctricos en China, donde gigantes como BYD reinan y nuevas promesas como Xiaomi acaparan los titulares, una empresa relativamente discreta está ejecutando una de las remontadas más impresionantes de la industria: Leapmotor.

Esta startup fundada hace una década ha pasado de ser un actor secundario a convertirse en la pesadilla de sus rivales directos y en un caso de estudio sobre cómo innovar en eficiencia y precio. Su historia no es solo un éxito local; es el blueprint de cómo la industria automotriz china planea conquistar el mundo, y esta vez, con un poderoso aliado occidental de su lado: Stellantis.

De la periferia al centro del escenario

Para entender el fenómeno Leapmotor, hay que remontarse a sus orígenes. Fundada en 2015 en Hangzhou por Zhu Jiangming y Fu Liquan, que venían del mundo de la tecnología y la seguridad electrónica (cofundadores de Dahua Technology).

Lla compañía no nació con el bombo publicitario de otras. De hecho, durante años, sus volúmenes de ventas fueron modestos, opacados por BYD y otras startups como Nio, Xpeng o Li Auto.

Integración vertical: la ventaja secreta de Leapmotor

El punto de inflexión no llegó con un superdeportivo eléctrico ni con un SUV de lujo, sino con una estrategia de negocio meticulosa y poco glamurosa: la integración vertical.

Mientras la mayoría de los fabricantes de automóviles (incluidas las nuevas marcas chinas) dependen de una vasta red de proveedores externos para componentes clave como sistemas de infoentretenimiento, controladores de motor y unidades de conducción autónoma, Leapmotor decidió hacerlo casi todo internamente.

Traducido a un lenguaje simple: es como un restaurante que, en lugar de comprar salsas, pan y postres hechos, decide cultivarlos, hornearlos y prepararlos todo desde cero.

Esto tiene una enorme ventaja: un control total sobre los costos, la calidad y la innovación. Zhu Jiangming aplicó su experiencia en electrónica y software para que Leapmotor desarrollara sus propias plataformas eléctricas, motores, sistemas de asistencia al conductor (ADAS) y software.

Se estima que la compañía produce internamente un 70% de sus componentes (excluyendo las baterías). Esta estrategia le permite ofrecer vehículos con una relación tamaño-precio-tecnología que es muy difícil de igualar. Un ejemplo claro: el C11 (un SUV familiar) se ofrece desde 148.800 yuanes (unos 17.800 €), mientras que el modelo más barato de Li Auto, marca a la que se compara a menudo pero que se posiciona como premium, comienza en 249.800 yuanes (unos 29.800 euros).

Esta potente propuesta de valor ha resonado profundamente en un mercado chino donde la economía se ha ralentizado y los compradores son cada vez más conscientes del precio.

El resultado: cifras que hablan por sí solas

El éxito de esta estrategia no es una promesa, sino una realidad reflejada en los números:

• Beneficios: Tras años de pérdidas, Leapmotor anunció beneficios netos de 33 millones de yuanes (unos 4 millones de euros) en el primer semestre de 2025. Puede parecer una cifra modesta, pero es un giro monumental respecto a la pérdida de 2.200 millones de yuanes del mismo periodo del año anterior. Se prevé que 2025 sea su primer año completo con ganancias.
• Ventas por las nubes: En julio de 2025, la compañía batió su récord superando las 50.000 unidades vendidas en un solo mes. Todavía lejos de los más de 300.000 de BYD, pero ha dejado atrás a sus rivales directos como Xpeng o Nio. Han elevado su objetivo de ventas para 2025 a 500.000 unidades, un salto enorme desde las 290.000 del año anterior.
• Éxito en bolsa: Los inversores han premiado esta eficiencia. Las acciones de Leapmotor se han duplicado desde enero de 2025 y han subido más de un 200% desde su mínimo de agosto de 2024, superando con creces el rendimiento de sus rivales.

La pieza maestra: la alianza con Stellantis

A finales de 2023 la historia de Leapmotor trasciende las fronteras chinas y se convierte en jugador global. Leapmotor y el gigante automotriz global Stellantis (propietario de marcas como Jeep, Peugeot, Citroën, Fiat y Maserati) anunciaron una joint venture crucial.

El acuerdo era sencillo: Stellantis invirtió unos 1.500 millones de dólares para adquirir un 21% de Leapmotor. Juntos crearon Leapmotor International, una empresa con mayoría de participación de Stellantis (51%) cuyo objetivo es fabricar, exportar y vender vehículos Leapmotor en todo el mundo, excepto en China. El movimiento es genial por varias razones:

• Para Stellantis: Es un atajo. En lugar de gastar miles de millones y perder años desarrollando sus propias plataformas de coches eléctricos económicos y competitivos, Stellantis obtiene acceso inmediato a la tecnología y los diseños de Leapmotor. Es una forma rápida y inteligente de llenar el vacío de su gama en el segmento de eléctricos asequibles, donde cuenta con modelos como el Citroën C3 o el Fiat Grande Panda.
• Para Leapmotor: Para los chinos es un billete exprés para la globalización. Accede de inmediato a la enorme red de producción, distribución, concesionarios y experiencia regulatoria de Stellantis en Europa, América Latina, Oriente Medio y otras regiones. Se ahorran años de logística compleja y costosa inversión en infraestructura de ventas.
• El as en la manga: Es sencillo saltarse los Aranceles de la UE. Se rumorea que los Leapmotor para Europa podrían fabricarse en fábricas de Stellantis en España, esquivando por completo los elevados aranceles que la Unión Europea. Mientras BYD y otros construyen sus propias fábricas en Europa (Hungría, por ejemplo), Leapmotor utilizará la capacidad existente de su socio.
• Resultados preliminares: Las ventas iniciales en Europa son prometedoras: Leapmotor vendió 8.311 coches en el primer semestre de 2025. Su modelo estrella es el pequeño y económico T03.

Nuevo paradigma

La ascensión de Leapmotor y su alianza con Stellantis no es otra noticia más de la industria automovilística. Puede anticipar un cambio tectónico en la industria automotriz global.

• Inversión de los flujos de tecnología: Durante décadas, las marcas occidentales exportaban tecnología y modelos a China. Ahora, el flujo se invierte. Una empresa china está proporcionando la tecnología y los productos a un gigante occidental para que los venda en su propio mercado.
• Amenaza de eléctricos asequibles: El principal desafío para la adopción masiva de coches eléctricos en Europa y EE.UU. es su alto precio. Leapmotor, con su extrema eficiencia en costos, tiene el potencial de alterar brutalmente el mercado de los vehículos de acceso y gama media. Y ya ofrece esa relación precio-producto hoy.
• Nuevo modelo de negocio: La fórmula «tecnología china + fabricación y red comercial occidental» puede convertirse en el modelo a seguir para otros fabricantes chinos. Es una estrategia menos conflictiva y más pragmática, al evitar barreras políticas.

Los desafíos de Leapmotor

Por supuesto, el camino no está exento de baches. Leapmotor debe demostrar que puede:

• Mantener la rentabilidad: Un semestre en positivo es un gran logro, pero debe consolidarse en un beneficio anual sostenible.
• Escalar masivamente: Cruzar la barrera del millón de unidades anuales es un desafío que ha quebrado a muchos fabricantes. Requiere una eficiencia operativa y logística muy elevada.
• Conquistar al cliente global: Triunfar en China no garantiza el éxito en Europa o América. La percepción de la marca, el servicio posventa, la adaptación a los gustos locales y la confianza del consumidor son batallas que aún debe librar y ganar.

Lo que queda claro es que, en la era de los vehículos eléctricos, la ventaja competitiva no la tiene necesariamente quien tiene el logo más famoso, sino quien posee la ingeniería más eficiente, el control de costos más estricto y la estrategia de alianzas más inteligente. Y los coches chinos económicos han  encontrado una nueva y poderosa forma de llegar a los mercados occidentales: vendiéndose junto a los coches que siempre hemos conocido.

Fuente: Automotive News