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MARIO NOGALES

29 Mayo, 2025

MINI Cabrio Cooper C 163 CV, a prueba: un pequeño descapotable en peligro de extinción

¿Has oído alguna vez hablar del pájaro Dodo? Se trató de un ave no voladora endémica de la isla Mauricio que se extinguió con la llegada de los humanos a su hábitat en el siglo XVII. Y esta historia me recuerda un poco a la que le puede suceder a modelos como el MINI Cabrio que estamos probando esta semana.

Ahora que los SUV han llegado a su hábitat, parece que van a arrasar con todo y que van a terminar con aquellos modelos diferentes que no tienen la capacidad de adaptarse tanto al entorno. Este ejemplar es descapotable, pequeño y poco práctico; pero tiene un encanto a la altura de pocos. Está disponible desde 35.750 euros y te vamos a contar su historia.

Pero antes decirte que accediendo a coches.com te podremos ofrecer rebajas en el precio del MINI Cabrio gracias a que tenemos las mejores ofertas de vehículo nuevo del país. También se puede acceder a un gran abanico de coches de renting y a la financiación.

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Aunque el MINI de Alec Issigonis databa de 1959, no fue hasta 1992 cuando llegó el primer descapotable. El Cabrio tardó más que otros como la variante familiar o incluso una pick-up, pero es la que ha mantenido su continuidad hasta la fecha actual.

Desde sus orígenes buscaron que este modelo tuviera una orientación más exclusiva, tanto es así que del original se hicieron 1.081 unidades. Después, el MINI Cabrio volvería en 2004 con la segunda generación y tuvo una iteración con el Roadster. Ahora que muchos de sus rivales se han ido retirando es de los pocos descapotables pequeños que sigue en el mercado…

Exterior

La estética es uno de los puntos más importantes en un MINI. Es su seña de identidad, un valor que se va transmitiendo generación tras generación desde el original. De ahí que podamos seguir viendo algunas claves de diseño como los icónicos faros redondos, ahora con tecnología LED e incluso una animación cuando lo abrimos. En el frontal también podemos ver líneas despejadas y una parrilla octogonal igualmente llamativa. Puede cambiar el entramado, el marco exterior y también pondrá la versión que es.

La personalización es uno de los puntos fuertes del MINI Cabrio. En busca de la exclusividad, se pueden realizar todo tipo de configuraciones, dejando a la elección del comprados doce colores diferentes, algunos tan interesantes como el Ocean Wave Green de nuestra unidad. También se puede escoger los retrovisores en dos tonos y hay tres acabados que modifican la imagen del exterior. Incluso la capota puede tener la bandera británica en contraste.

Y hablando de la capota, es el elemento que convierte a este MINI Cabrio en un modelo tan especial. A pesar de optar por una capota blanda de tela, ha sido reforzada y cuenta con un sistema eléctrico. Es peculiar en el sentido de que tiene una función de techo corredizo para abrirse 40 centímetros, pero luego también se llega a la apertura completa.

Como decíamos, se hace de forma automática tocando un botón, quedando a cielo descubierto en 18 segundos y cerrándose en apenas 15 segundos. Se hace a velocidades de hasta 30 km/h y el sistema de protección contra vuelcos está justo por detrás de los reposacabezas trasero. 

Si seguimos hablando del diseño por la parte trasera, llama la atención la ausencia de pilares B y C, además de lo horizontales que son sus líneas. La capota queda plegada de una forma peculiar que también sobresale en esta superficie. La parte del portón queda copada por un listón en negro que reza la versión del modelo, mientras que el protagonismo recae sobre los pilotos traseros, que tienen tecnología LED y la firma lumínica con forma de la bandera de la Union Jack. La parte inferior queda rematada por un difusor del color de la carrocería.

Queda claro a estas alturas que el MINI Cabrio deriva directamente del MINI 3 puertas. Tanto es así, que las dimensiones son prácticamente iguales. Se trata de un vehículo urbano que alcanza los 3,88 metros de longitud, de los cuáles la distancia entre ejes ocupa 2,49 metros. A esto hay que sumar 1,74 metros de ancho y 1,43 metros de alto. Hay que destacar lo cortos que son los voladizos en este ejemplar.

Interior

El habitáculo del MINI Cabrio también mantiene esa personalidad inherente en la marca. Podría reconocerlo con los ojos cerrados debido a que tiene elementos muy diferentes y vamos a empezar con el plato fuerte. En un mundo en el que estamos acostumbrados a múltiples pantallas rectangulares, en este modelo solamente vemos una y tiene forma circular.

Tiene tecnología OLED, lo que le permite tener unos gráficos muy avanzados y mayor nivel de contraste cuando le incide el sol directamente. Con un diámetro de 240 mm, tendría el equivalente a 9,44 pulgadas. Desde ella se controla prácticamente todo el infoentretenimiento. Es bastante precisa e intuitiva, contando con la ayuda de un asistente personal llamado Spike. También es completa la conectividad gracias a Apple CarPlay y Android Auto.

Se completa con un Head-Up Display que es una pantalla que sale del salpicadero y completa con información muy simple. También llama la atención el volante de nuevo diseño, que tiene un grosor notable y el radio inferior formado por una tira de tela.

Los únicos botones que quedan a la vista, más allá de los del volante y las puertas, están en la “toggle bar”. Allí tenemos el freno de mano, el selector de marchas, el botón de arranque, los modos de conducción y una ruleta para subir el volumen. Dan buena sensación por lo diferentes que son y tienen inspiración en la aviación.

El nivel de calidad en este MINI Cabrio está bastante por encima de la media del segmento. Se quiere posicionar como premium gracias a detalles como su salpicadero cubierto en un material textil con relieve que incluso tienen la iluminación ambiental integrada. También vemos elementos destacados como la tapicería de cuero, que está disponible en varios colores, algunos tan llamativos como éste.

La construcción es buena, pero también vemos algunos fallos que no nos han gustado tanto. En las zonas inferiores y en la consola central vemos un plástico duro menos agradable al tacto. Además, hay pocos huecos portaobjetos, no es un modelo especialmente práctico.

De hecho, eso se puede aplicar a las plazas traseras de igual manera. Desde los asientos delanteros no se detectaban problemas, pero en la segunda fila se complican las cosas. Lo primero es que el acceso es incómodo por el hecho de tener dos puertas. Una vez dentro, vemos que el MINI Cabrio es un modelo homologado para cuatro pasajeros, con dos asientos traseros individuales. Son insuficientes para adultos por su poco espacio para las piernas y para la cabeza. Hay que añadir que descapotado sería más facil el acceso y habría hueco para la cabeza, pero el espacio para las piernas es el que es.

Maletero

El MINI Cabrio es un coche pequeño y que, además, es descapotable. Igual que dijimos que las plazas traseras eran muy justas, el maletero está en el mismo nivel. Tiene una capacidad máxima de 215 litros cuando la capota está puesta, pero cuando vamos descapotados se reduce hasta los 160 litros, un volumen por debajo de la media. La boca de carga es muy pequeña, ya que el portón se abate como en las pick-up. 

Tiene varios aspectos positivos, como que se puede empujar la base de la capota para hacer hueco y meter objetos más grandes. También vemos tiradores que nos permiten abatir los asientos traseros en dos partes (50:50) para tener un espacio más generoso de hasta 665 litros. En todo caso, es un espacio justo para una escapada de dos personas, no es apta para una familia. 

Motor

La gama mecánica del MINI Cabrio es bastante sencilla y apuesta por lo tradicional. Todavía no han querido volcarse con la electrificación ni aumentar más su complejidad o su precio, así que tenemos tres versiones con etiqueta C. Todas ellas comparten el mismo motor de gasolina turboalimentado con cuatro cilindros y 2.0 litros con diferentes niveles potencia, que se han incrementado con respecto a su antecesor. Partimos del C con 163 CV, saltando al S con 204 CV y llegando al John Cooper Works de 231 CV. En todo caso, todos son de tracción delantera y quedan ligados a una transmisión automática de siete velocidades.

Comportamiento

Nos ponemos al volante del MINI Cabrio de acceso, que también es el más equilibrado. Para un modelo de este tamaño nos parece que 163 CV y 250 Nm de par son cifras muy buenas. Lógicamente, los Cooper S y JCW harán que las prestaciones se incrementen, pero el Cooper C nos parece el más equilibrado.

Desde un primer momento nos ha llamado la atención lo bien que suena, con ese motor de cuatro cilindros y 2.0 litros que no tiene electrificación. Además, vemos que es un bloque refinado y aprovechable, ya que el par máximo está disponible entre las 1.520 y las 4.400 vueltas.

Las prestaciones de este Cabrio Cooper C no están nada mal. Es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,2 segundos y su velocidad máxima es de 220 km/h. Como decíamos, no es el más rápido, pero se mueve con solvencia. Este ejemplar de tracción delantera va ligado a la transmisión automática Steptronic de doble embrague y siete velocidades que es muy rápida y liga bien con el conjunto.

Sin embargo, no nos ha gustado que esta versión no pueda tener levas en el volante ni tampoco una palanca para hacer cambio secuencial. Nos tenemos que olvidar de una experiencia más manual, pues las levas solo pueden ir en con el acabado JCW. Sí que podemos configurar su comportamiento con los modos de conducción MINI Experience que se controlan con el botón de la consola central.

Son muchos, demasiados para mi gusto, algunos de ellos sirviendo únicamente para cambiar la atmósfera y los gráficos, pero sin afectar directamente a las sensaciones al volante. Son siete en total, aunque nosotros nos quedaríamos con los Green, Core y Go-Kart para el día a día. El primero es el más ahorrador, el segundo es intermedio último es el más deportivo y saca algo de carácter. En todo caso, no hay cambios excesivos y nosotros sacamos un consumo medio de 7 litros, nada mal teniendo en cuenta que homologa 6,5 l/100km.

Hablar de MINI es sinónimo de “go-kart feeling”. Así es como llaman a esa sensación de conducción parecida a la de un kart y lo consiguen con una puesta a punto del chasis muy precisa. En este Cabrio podemos ver una dirección que es rápida y directa, algo que lo sitúa por encima de la media en este aspecto.

Destaca un radio de giro de apenas 11,1 metros. La suspensión es firme, con cierto tacto deportivo. Nos parece acertada, ya que no llega a ser molesta para la ciudad y gana mucha precisión. La agilidad es uno de los aspectos principales de este modelo, que tiene un peso de 1.450 kg

Tengo que terminar la prueba hablando del confort en marcha, uno de los puntos que más preocupan en los descapotables. Hay que decir que la capota de lona del MINI Cabrio está bastante conseguida y el aislamiento es bueno con ella puesta. Cuando descapotamos los estímulos llegan de forma más marcada y es recomendable montar el deflector trasero para reducir el nivel de aire a costa de sacrificar esas plazas, que tampoco es que sirvan para mucho. 

Opinión coches.com

Voy a terminar la prueba haciendo referencia a cómo la empecé. Siempre me han llamado mucho la atención los animales extintos por la imposibilidad de volver a verlos y también me hace preguntarme cómo se pudo llegar al punto de acabar con ellos. Lo mismo me pasa con aquellos coches que merecen la pena y que han ido desapareciendo por las tendencias actuales. No sé si le quedarán muchos años al MINI Cabrio, pero lo que está claro es que deja un legado inolvidable

Lleva vendidas casi medio millón de unidades desde su lanzamiento y ahora vuelve a fabricarse a la planta de Oxford para retomar esa herencia británica. Es un modelo que tiene personalidad a raudales y que destaca por aspectos como el diseño, el cuidado por los detalles o el comportamiento dinámico.

Sin embargo, no es un coche para todos los públicos por las limitaciones de espacio que tiene o por su elevado precio. Parte de 35.570 euros, pero si te pones a configurarlo puede llegar a ser bastante más y un John Cooper Works se acerca peligrosamente a la barrera de los 50.000 euros.

MINI Cabrio Cooper C 163 CV
7.8 Nota
Lo mejor
  • Estética llamativa y trabajada
  • Tecnología y acabados interiores
  • Comportamiento dinámico
Lo peor
  • Plazas traseras pequeña
  • Maletero muy reducido
  • Precio final
Diseño9
Habitabilidad6.5
Acabados8
Maletero6
Equipamiento8.5
Motor8.5
Comportamiento9
Calidad Precio7

MINI Cabrio Cooper C 163 CV, a prueba: un pequeño descapotable en peligro de extinción. Galería de fotos

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