He probado el Opel Frontera Hybrid 145 CV y es uno de los SUV más prácticos

El Opel Frontera es una de las grandes apuestas de la marca alemana dentro del segmento de los SUV pequeños. Para los que ya peinan canas o no se peinan directamente (como un servidor), esa denominación les recordará a otro coche muy diferente que estuvo presente en el pasado. El Frontera nació en 1991 como un auténtico todoterreno, un modelo robusto y de corte clásico que estuvo a la venta hasta 2003. Los tiempos y las tendencias cambiaron, pero Opel no olvidó aquel nombre y lo dejó en barbecho hasta ahora, que han pasado dos décadas.

Claramente está de moda utilizar denominaciones del pasado, aunque a algunos nos parezca un sacrilegio. Lo vemos en algunos como este Opel Frontera, el Ford Capri e incluso el nuevo Ferrari 849 Testarossa. Sin embargo, los nuevos modelos poco tienen que ver con los originales. El nuevo Frontera es un B-SUV electrificado, con una clara vocación y con un guiño especial a la practicidad. Este modelo está emparentado con el Citroën C3 Aircross, llevando la plataforma Smart Car de Stellantis y su precio en el mercado español parte de 21.900 euros.

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Exterior

A nivel de diseño, el Opel Frontera es un modelo que cuenta con las últimas novedades de la marca. No solo hablo del nuevo logotipo del rayo más estilizado, sino que también integra un frontal con mucho carácter. Las formas son rectilíneas y marcadas, teniendo protagonismo el Opel Vizor, esa máscara negra que anula la parrilla y sirve para unir los faros con tecnología LED con el Blitz. La refrigeración queda relegada a la parte inferior, con dos niveles de tomas de aire y una terminación en una especie de defensa en color plateado, haciendo contraste.

En este modelo se ha buscado potenciar la imagen de SUV. De eso se diferencia precisamente del Mokka, que tiene un diseño más estilizado. Aquí vemos que todos los bajos de la carrocería van cubiertos de plásticos negros y también que hay detalles como las barras de techo, que puede ir en una terminación bitono. En el apartado de las llantas, se pueden elegir desde unas de acero básicas de 16 pulgadas hasta unas de 17 pulgadas con terminación bitono.

Cuando nos movemos hacia la zaga, se puede apreciar un pilar C bastante reconocible y formas rectas, con un techo horizontal y una luneta vertical para aprovechar al máximo el espacio. No pasa desapercibido el pequeño spoiler de techo y tampoco unos pilotos traseros divididos en dos partes, que le convierten en un modelo bastante reconocible. La firma de Frontera va en el centro del portón y la parte baja queda reservada para una especie de difusor con protección incluida, que esconde parcialmente la salida del escape.

El Opel Frontera es un SUV pequeño y sus dimensiones quedan cerca de las del Mokka. Hablamos de que tiene una longitud de 4,38 metros, una anchura de 1,85 metros y una altura de 1,63 metros. Todo ello, con una distancia entre ejes que se va hasta los metros. Sin embargo, a continuación vamos a ver que el Frontera tiene un enfoque más práctico y modular.

Interior

El habitáculo del Opel Frontera es precisamente lo que se busca en la actualidad, con un diseño minimalista y tecnológico que tiene claros y sombras. Estamos con el acabado superior de la gama y aquí vemos lo que la marca bautiza como el Pure Panel, que son dos pantallas de 10 pulgadas consecutivas, sirviendo una para la instrumentación y otra para el infoentretenimiento.

Hay que dejar claro que de serie no tiene estos componentes, pues desaparecería la pantalla táctil y quedaría en su lugar una estación para el smartphone. En todo caso, de la pantalla de 10 pulgadas que queda por delante del conductor podemos decir que hace las veces de un ordenador de a bordo, con una personalización limitada que le hace estar por debajo de otros rivales.

De la pantalla táctil central de 10 pulgadas, en el caso de que la lleve, podemos decir que está bien resuelta. El sistema multimedia es fácil de utilizar y su comportamiento es fluido. Puede contar con navegación y presume de una conectividad completa, incluyendo las bondades de Apple CarPlay y Android Auto sin cables.

Por no hablar de una superficie de carga inalámbrica refrigerada o de tomas USB. La principal pega sería la de siempre: demasiadas funciones en la pantalla y la eliminación de botones. Y por suerte en este ejemplar se han mantenido algunos botones para la climatización, que son prácticamente los únicos fuera del volante.

El Opel Frontera es un coche generalista que busca ser práctico, sin ostentaciones. No hay materiales de gran calidad, pues la mayoría son plásticos. En el acabado superior se suman algunas molduras plateadas y también más revestimientos.

Sin embargo, me tengo que quedar con los asientos Intelli-seats, que destacan por su nivel de comodidad gracias a ser mullidos y tener esas formas, con un hueco que dicen que alivia la presión sobre el coxis. En todo caso, también hay que mencionar algunas molduras Piano Black alrededor de las pantallas y de la consola central, pero no es tanto como en otros modelos.

Ya dijimos desde el principio que la habitabilidad era uno de los puntos más destacados del Frontera. Lo va a dejar claro con una segunda fila de asientos que es amplia teniendo en cuenta su tamaño. Por sus formas queda mucho espacio para las piernas y también para la cabeza, mientras que hay bastante superficie acristalada. Vemos detalles como los bolsillos para objetos en los asientos o las tomas USB.

No hay salidas del aire y tampoco demasiado espacio en la plaza central, pero es lógico en un segmento B. Otro detalle fundamental es que, opcionalmente, este modelo se puede escoger con una tercera fila de asientos para tener siete plazas por un precio de 850 euros. Algo que le diferencia de sus rivales.

Maletero

El maletero es uno de los puntos fuertes del Opel Frontera. A pesar de sus dimensiones contenidas, se las arregla para ofrecer hasta 460 litros de capacidad, una cifra más propia de un segmento superior. Por no hablar de que son muy aprovechables gracias a una boca de carga amplia y que queda a una altura de 77 centímetros. Encontramos iluminación y ganchos para fijar la carga en su interior, al tiempo que se mantiene la opción de abatir los asientos traseros en dos partes (60:40).

Cuando eso sucede se desbloquean hasta 1.600 litros de capacidad y sobra espacio para dejar objetos de grandes dimensiones. Sorprende ver que este modelo tiene una interesante lista de accesorios para completar sus capacidades, como bolsas de transporte, portaequipajes o cofres de techo. Incluso hay una tienda de campaña de techo para convertirlo en camper.

Motor

La gama mecánica del Opel Frontera nos es familiar y es bastante simple. Lógicamente, no encontramos el diésel por ninguna parte, la marca ya lo ha desterrado por completo. Sí que apuesta por la gasolina con un toque de electrificación, además de por versiones 100 % eléctricas. Si comenzamos con las de etiqueta ECO, se basan en el 1.2 Turbo de tres cilindros, que va ligado a un sistema microhíbrido de 48 V y a la transmisión automática de seis velocidades. Está disponible en una versión de acceso con 110 CV y también en una más capaz con 145 CV que es la que probamos.

No podemos dejar de lado al Frontera Electric, que cuenta con la etiqueta CERO gracias a su sistema de propulsión eléctrico. Es el básico de Stellantis con 113 CV de potencia, suficientes para entornos urbanos, y dos opciones de batería. Con la de 44 kWh se puede conseguir una autonomía de hasta 306 kilómetros, mientras que para los que no se conformen con eso también está la batería de 54 kWh para aumentar la autonomía hasta los 409 kilómetros.

Comportamiento

Como te decía, nos hemos puesto al volante del que considero que es el Opel Frontera más aprovechable y el que copará un mayor nivel de ventas. Es el Hybrid de 145 CV, aquel que combina la mecánica de tres cilindros con el sistema microhíbrido para conseguir la etiqueta ECO y ofrecer unas características interesantes.

Es cierto que hay una versión de acceso para los que busquen ahorrar, pero los 110 CV pueden quedarse justos dependiendo del uso. Con este extra de potencia te aseguras que responda con solvencia incluso en viajes largos y con el coche cargado. Porque son 145 CV y 230 Nm a 1.750 rpm que le aseguran un buen rendimiento desde la zona baja del cuentarrevoluciones.

Del motor tenemos que decir que es bastante refinado a pesar de sus tres cilindros. Se filtran algo de ruido y vibraciones debido a que el aislamiento no es el mejor en este modelo, pero las sensaciones son positivas. Aunque no son demasiado relevantes teniendo en cuenta su uso, tenemos que mencionar unas prestaciones que no están mal. Con esta configuración acelera de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos y tiene una velocidad máxima de 194 km/h. Sin embargo, serán más importantes los consumos y las emisiones de este Frontera, que se beneficia del sistema Mild Hybrid de 48 V para poder presumir de la etiqueta ECO de la DGT.

Para conseguirlo, monta un motor eléctrico de 21 kW y la transmisión electrificada, que es una caja de doble embrague y seis velocidades. En la práctica vemos cambios bastante fluidos, sin ser la transmisión más precisa del mundo. Sí que se nota un nivel superior de retención que favorece la recuperación de energía por la parte eléctrica. Eso va a hacer que pueda llegar a moverse en modo 100 % eléctrico en algunos momentos puntuales como maniobrando a bajas velocidades. El resultado es que se reducen los consumos y nosotros en la semana de pruebas hemos estado en torno a los 6 litros.

Como siempre decimos, eso también dependerá de los entornos por los que nos movamos y de la forma de conducir del usuario. En el Opel Frontera se puede configurar el carácter en torno a tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport. No es que haya grandísimas diferencias, pero sí que es más sensible al pedal derecho o más reactivo en el tacto del volante. En todo caso, hay que dejar claro que este modelo tiene una puesta a punto que invita al confort mucho más que a la deportividad.

A nivel de chasis, nos ha parecido un coche equilibrado que es aprovechable para cualquier uso. En ciudad destaca por sus dimensiones y por la facilidad en las maniobras, con una dirección que está bastante filtrada, pero que tiene un guiado preciso. En viajes largos destacaría el aplomo que consigue, con una suspensión que es más blanda que rígida. Por lo tanto, no destaca en conducción deportiva ni en nada que se asemeje, a pesar de que su peso se mantiene en unos nada desdeñables 1.344 kg.

Opinión coches.com

Antes de hacer un juicio completo al Opel Frontera te pediría que te quitases todos los prejuicios. Por un momento, te pediría que olvidarás que su nombre fue utilizado previamente de una forma muy diferente y también que tiene ese parentesco con otros de Stellantis. La realidad es que la mayoría de gente busca un coche práctico para el día a día, un vehículo sencillo que tenga lo imprescindible para cubrir sus necesidades y que no se suba demasiado de precio.

Y el Frontera es, sin duda, uno de los más aprovechables en su tamaño por su interior, por el equilibrio dinámico y por la sencillez en muchos aspectos. El precio de partida de 21.900 euros es para la versión básica, con un equipamiento algo justo y con la mecánica de 110 CV. Sin embargo, para quien quiera optar al que hemos probado con sus 145 CV y el acabado superior, las tarifas ya van a superar los 25.000 euros. En todo caso, no es algo descabellado si tenemos en cuenta la inflación que han sufrido otros rivales del segmento B.