
Coches M1E: la nueva homologación para coches eléctricos baratos de hasta 4,2 metros
Los coches M1E son una subcategoría de turismos M1 reservada a coches eléctricos pequeños (hasta 4,2 m de longitud), con normas de homologación pensadas para abaratar y acelerar la llegada de urbanos y utilitarios eléctricos fabricados en Europa.
Los M1E (se barajó el término e-cars para ellos) nacen dentro de la iniciativa europea de Small Affordable Cars “vehículos pequeños y asequibles”. La base jurídica es una modificación del Reglamento (UE) 2018/858 de homologación, con un anexo específico para esta clase. La Comisión ha confirma además que congelará los requisitos técnicos de M1E durante 10 años, algo que pedían fabricantes como Renault, para poder invertir en plataformas de entrada sin miedo a que el listón de seguridad o emisiones suba cada pocos años y encarezca los precios
Por qué se crean los coches M1E
Bruselas ha reconocido que la electrificación se ha concentrado en coches grandes y caros, mientras que apenas hay eléctricos realmente asequibles por debajo de 25.000 €. Las marcas pedían una categoría con requisitos de seguridad y equipamiento menos exigentes que los de un turismo estándar, para poder montar plataformas más sencillas y baratas sin perder la homologación europea.

La Comisión busca que estos M1E, con menor peso, tamaño y potencia, permitan lanzar urbanos eléctricos alrededor de 15.000 € de precio de partida, apoyados por incentivos y costes de desarrollo más bajos. También responde a una preocupación industrial: blindar un espacio de mercado para pequeños eléctricos fabricados en la UE, frente a la presión de modelos importados desde China.
Reglas técnicas y debate sobre seguridad
A día de hoy la única condición cerrada es la longitud máxima de 4,2 metros y que sean eléctricos de batería. El resto de especificaciones se detallará en los borradores que modificarán el Reglamento 2018/858.
La congelación del paquete de requisitos de seguridad y homologación de M1E durante una década que ha anunciado la Comisión ha sido criticado por el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC): teme una relajación de estándares en coches urbanos, precisamente los que más se mezclan con peatones y ciclistas.
El ETSC pide que la categoría incorpore límites estrictos a masa, tamaño frontal y velocidad máxima (por ejemplo 120 km/h) para garantizar que sigan siendo pequeños y seguros. Aun así, al estar dentro de M1, los M1E deberán cumplir el núcleo de normas de seguridad de turismos (estructuras de choque, airbags, ESC...), no un esquema “ligero” tipo cuadriciclo.
Incentivos: supercréditos y fabricación europea
La herramienta fuerte de la UE para empujar esta categoría serán los “supercréditos”: cada M1E producido dentro de la Unión contará como 1,3 vehículos al calcular la media de emisiones de CO2 del fabricante, en lugar de 1. Eso permite a las marcas compensar SUV grandes de alto consumo vendiendo muchos M1E. Hay un incentivo claro para lanzar y priorizar estos modelos.
Para beneficiarse plenamente de estos supercréditos y de posibles ayudas, los coches deberán estar fabricados en territorio europeo, de modo que pequeños eléctricos importados no podrán aprovechar todo el marco de ventajas.
La Comisión señala que este paquete debería tener un “efecto positivo indirecto sobre la asequibilidad” de los vehículos, al alinear regulación, incentivos y escala industrial hacia el segmento de entrada.
Qué modelos y fabricantes salen beneficiados
Por dimensiones y planteamiento, la lista de potenciales M1E incluye urbanos eléctricos como Renault Twingo, Renault 5, Renault 4, Citroën ë‑C3, Fiat 500e, Fiat 600e, Fiat Grande Panda, Opel Corsa y Mokka, Peugeot e‑208, CUPRA Raval, Skoda Epiq, Volkswagen ID. Polo, MINI Cooper y Aceman, entre otros.

Como ves, los grandes beneficiados serán los grupos Renault, Stellantis y Volkswagen, que ya tienen en venta familias de pequeños eléctricos basados en plataformas compartidas pensadas para producción en volumen en Europa. Cobra también sentido el movimiento de Ford para realizar eléctricos pequeños sobre la base de los Renault.
La medida encaja también con el giro reciente de la UE respecto a 2035, flexibilizando el calendario del fin del motor de combustión. Se busca en paralelo una ofensiva de eléctricos más asequibles para sostener los objetivos climáticos.
Próximos pasos legislativos y qué cabe esperar
La M1E forma parte de un paquete más amplio (la llamada propuesta Omnibus) que debe ser aún debatido y refrendado por el Parlamento Europeo y el Consejo antes de entrar en vigor. En los próximos meses se publicarán los borradores de modificación del Reglamento 2018/858, con el detalle de requisitos técnicos: posibles límites de masa, potencia y velocidad, equipamiento mínimo de seguridad y estándares de ensayo.
Una vez se cierre el texto, se activará el periodo de congelación de 10 años, durante el cual los fabricantes podrán desarrollar plataformas específicas M1E con horizonte normativo estable. En paralelo, se espera que varios países articulen incentivos fiscales, subvenciones y ventajas de uso (aparcamientos, carriles, peajes) basados en la nueva definición armonizada de “pequeño eléctrico”.
Si la tramitación no se retrasa, los primeros modelos ya homologados como M1E podrían estar en el mercado en unos años, coincidiendo con el despliegue comercial de las nuevas generaciones de urbanos eléctricos de Renault, Stellantis y Volkswagen
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