Después de probar el BYD Dolphin Surf una semana, ya entiendo por qué es el coche urbano eléctrico de moda

Hoy tenemos con nosotros un nuevo coche pequeño eléctrico, la alternativa para moverse por ciudad más inteligente y limpia. Se trata del BYD Dolphin Surf, el vehículo de acceso de la marca china que está poniendo patas arriba el segmento de los eléctricos asequibles.

Son muchos los que nos preguntáis por un segundo coche eléctrico. En los últimos meses me han llegado varios amigos con esta pregunta y después de exponer los pros y contras de las principales opciones, la mayoría ha elegido el Dolphin Surf.

He vivido con él una semana. Me he movido por ciudad, lo he llevado al supermercado, he llevado a jugadores de baloncesto a entrenar y lo he castigado por autopista. Todo para traer esta porueba a fondo en la que vamos a analizar el por qué de ese éxito. Ya te adelanto el principal motivo: su excelente relación precio/producto. Porque cuesta desde 18.780 € sin descuentos. Eso sí, las tarifas pueden llegar a esta versión, la más potente y equipada, a los 26.490 euros. Si te puedes aprovechar de MOVES y encuentras descuentos, su precio de partida parte de 11.780 euros.

Te recordamos que puedes encontrar ofertas del BYD Dolphin Surf en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por concesionarios oficiales de la marca. Tenemos también herramientas de financiación que te ayudan a pagarlo más cómodamente mes a mes. Pero antes toca conocer a fondo a este pequeño gran coche:

Exterior

El Dolphin Surf, o “dolfinito”, como he decidido rebautizarlo, se sale un poco de las pautas de diseño de la marca. Eso sí, no pasa desapercibido, con ese frontal puntiagudo y acuñado, con faros delgados y agresivos que algunos dicen (me ocurrió con un niño) que les recuerda a un Lamborghini visto en un espejo curvo.

Parrilla cerrada, con una pequeña apertura inferior para que el motor pueda respirar y piezas en plástico negro para proteger la carrocería. En el lateral repite el juego en pasos de rueda, bajos y también con insertos en las puertas, dándole un estilo más agresivo y aligerando la viata de chapa, que puedes elegir en cuatro colores, como este llamativo Lime Green.

Otros detalles interesantes, llantas de 15 pulgadas en el acabado básico y de 16 en el Comfort más completo. La línea de cintura es ascendente, dándole un aspecto más dinámico, y remata en un alerón trasero que ayuda a mejorar la aerodinámica.

El BYD Dolphin Surf se vende en China como Seagull. Eso sí, en su país de origen mide 3,78 y en Europa se va a los 3.990 mm de longitud, de los cuales 2.500 mm corresponden a la distancia entre ejes.

Comparado con algunos rivales, es más grande que un Hyundai Inster o que un Renault 5, casi tan largo como un Fiat Grande Panda. Otras cotas son los 1.720 mm de ancho y 1.590 mm de altura. Es el más alto de todos los rivales que hemos mencionado.

Cuando lo ves desde atrás, llama la atención el portón recto o las ópticas, con un tramado y unidas por una franja de luz. No habíamos visto este recurso nunca en coches tan pequeños y lo cierto es que refuerza visualmente la anchura del vehículo

Interior

La primera impresión al abrir la puerta fue la de que no estaba ante un coche low cost. BYD ha cumplido en este aspecto. No es lujoso, hay plásticos duros en bastantes zonas, pero el salpicadero está cubierto en parte con un material similar al neopreno agradable al tacto. También hay materiales blandos en esas zonas donde apoyas los codos.

Además los ajustes son firmes. No llega al nivel del “premium asequible” del Renault 5, pero gana al Fiat Grande Panda y no “retumban” en baches como en un Spring o un T03.

Me ha llamado la atención la posición de conducción, porque es bastante alta y con las piernas algo flexionadas. Sin llegar a ser un SUV, pero me gusta porque dominas bien el entorno, algo que valorar en un coche urbano.

Los asientos son cómodos y están tapizados en piel sintética bicolor en el acabado más alto. Destacaría sus buenos apoyos laterales pero no me convencen demasiado los reposacabezas integrados que no puedes regular. Con mi 1,80 metros apoyo justo y personas más altas no lo pasarán bien.

El puesto de mando lo dominan dos pantallas. Una digital de 7 pulgadas tras el volante, con información clara pero poco personalizable.

La estrella es sin duda la pantalla central rotatoria de 10,1 pulgadas para el sistema multimedia. Si te lo estás preguntando: sí, gira como otras del grupo. ¿Es útil? Sinceramente, es más un guiño tecnológico que otra cosa. Va bastante fluida, pero los menús son bastante amplios y con muchas opciones, lo que distrae cuando vas en marcha. Lo que no falta es Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos y, en el acabado Comfort, una espectacular cámara de 360°

Al menos BYD no ha cedido todo a las pantallas. Tenemos botones físicos y ruletas en el volante y bajo la pantalla principal accesos a las principales funciones, como el aire acondicionado. Ojo, no es climatizador automático: es manual. Tienes que regular la temperatura con una barra táctil que va de «H» (calor) a «L» (frío). Y aunque en la pantalla parezca que tiene doble zona, es mentira: si mueves una, se mueve la otra.

No son botones, sino una superficie cilíndrica que hay que mover hacia arriba. En los extremos el volumen y el selector del cambio, en una posición poco común y con la posición P bastante oculta. Eso sí, libera espacio en la consola, creando una zona inferior para dejar objetos, con tomas USB, USB-C y de 12 voltios y otra superior con base de carga inalámbrica y dos reposabebidas.

En las plazas traseras, hay espacio de sobra para dos adultos. Y digo dos porque está homologado para cuatro personas. Si necesitas un coche así para cinco, acude al Fiat Grande Panda. El espacio es suficiente para las piernas y muy notable para la cabeza. Mucho mejor que un Dacia Spring o el Leapmotor T03.

A pesar de la forma de la ventanilla el espacio no es demasiado claustrofóbico. Me gusta que los acabados de las puertas son idénticos a los delanteros, contar con asideros, los bolsillos tras los asientos delanteros y el juego de la consola central en dos alturas para crear un cajón abierto.

Ahí toca dejar las bebidas porque no hay otro sitio. Tampoco no hay salidas de aire ni altavoces ni tomas de carga, algo que mi hijo descubrió enseguida. Hacía bastante tiempo que no subía a un coche con cuatro puertas sin altavoces detrás. Si quieres algo más práctico y habitable detrás, elige sin duda el Inster.

Maletero

La marca anuncia 308 litros de capacidad. Una cifra excelente, que solamente supera el Fiat Grande Panda (361) entre los eléctricos pequeños. Lo que ocurre es que son litros en vertical. Hay muy poca superficie para dejar cosas, toca apilarlas. Y además se va estrechando cual pirámide, hasta el punto de que no tiene un estore o bandeja para cubrir el equipaje… por innecesario.

Bajo el suelo encontramos un hueco para los cables de carga y alguna bolsa que quieras dejar más escondida. También ganchos para fijar los enseres… y ya, porno no hay ni perchas ni punto de luz.

De todos modos, es suficiente para el día a día y una pequeña escapada. Si algún día necesitas algo más de espacio, puedes abatir los respaldos de los asientos traseros. Están divididos en dos partes, en proporción 50/50 y realizando esta operación consigues 1.037 litros de capacidad, pero el espacio no es completamente plano.

Motor

Este “delfín” no se mueve con boquerones, sino con electrones. Tras esta rima que no pasará a los anales de la historia, mejor te resumo la gama mecánica. Hay tres versiones disponibles, fruto de combinar dos motores eléctricos y dos capacidades de batería

La más sencilla es la Active con un motor de 88 CV y batería de 30 kWh de capacidad con 220 km de autonomía. Por encima se sitúa la Boost, con el mismo motor y una batería de 43,2 kWh con la que anuncia 322 km.

En lo alto de la gama, la versión Confort, con un motor de 156 CV de potencia asociado a la batería de 43,2 kWh con la que anuncia 310 km de autonomía. El motor es síncrono de imanes permanentes y la batería LFP Blade Battery de la marca, que promete más durabilidad y seguridad.

Para cargarla, puedes hacerlo en corriente alterna hasta 11 kW de potencia y con la batería de mayor capacidad que tenemos aquí, en corriente continua hasta 85 kW, por lo que pasas del 10 al 80 % en una media hora. Además, tenemos tecnología V2L de serie, para poder enchufar cualquier cosa al coche si tienes un adaptador, que se vende por separado.

¿Prestaciones? Esta versión acelera de 0 a 100 km/h en 9,1 segundos, es dos segundos más rápida contra el crono que con el motor pequeño. Eso sí, ambas están limitadas a 150 km/h, suficiente.

Comportamiento

El BYD Dolphin Surf es un coche que se mueve en ciudad como pez en el agua. Pequeño radio de giro, buena visibilidad y dirección ligera para maniobrar sin esfuerzo. La suspensión es blanda y cómoda, para tragarse baches y badenes. Suma a ello que es rápido. En los primeros metros acelera como un demonio, lo que te hace pensar si realmente es necesaria la versión más potente… que enamora cuando tienes que adelantar o buscar un hueco entre el tráfico.

Hay tres modos de conducción que varían sobre todo esa respuesta del acelerador. Son los habituales Eco, Normal y Sport… pero incluso en el ECO el coche gana velocidad muy bien. También puedes variar la dureza de la dirección y el tacto del freno, pero no vas a variar el tacto general: la carrocería se balancea más que un Renault 5, que resulta más ágil y divertido.

Eso sí se siente más grande y estable que un Spring y el T03. A baja velocidad va muy asentado y el aislamiento acústico resulta de lo mejor del segmento; sólo a altas velocidades se cuela algo de ruido aerodinámico. Desde luego, se ha pensado para el confort.

No me gustó que para variar la intensidad de la frenada regenerativa tengas que bucear por los menús de la pantalla. Es un incordio, comparado sobre todo con las levas tras el volante que ofrece el Inster. Hay dos niveles y en el más intenso no permite la conducción con un solo pedal. También toca acudir a la pantalla si quieres evitar sonidos de algunos asistentes a la conducción.

Anuncia un consumo homologado de 16 kWh/100 km). Y cumple, porque el coche en los 7.000 km que tiene ha gastado 15,9 kWh de media. Eso sí, es muy variable. Por ciudad y alrededores me he movido con agilidad y de manera despreocupada en el entorno de los 12-13 kWh/100 km, así que puedes incluso superar los 310 km de autonomía. A velocidades de autovía se iguala con los rivales. Me he movido en el entorno de los 21 kWh, así que si un día quieres viajar con él, toca planificar para hacer recargas cada 200 km, más o menos.

Opinión coches.com

Después de una semana, ¿recomiendo el BYD Dolphin Surf? La respuesta es… depende. Si buscas versatilidad para viajes largos frecuentes, su autonomía y tiempos de carga en ruta hacen los viajes pesados. A estos coches pequeños eléctricos de “primera generación” les falta una evolución de tecnología si quieren ser coches para todo.

Si buscas un segundo coche familiar para uso urbano y desplazamientos esporádicos de menor de 300 km, la respuesta es un Sí rotundo. No es el más barato del mercado, pero cumple en calidad de acabados, en espacio y prestaciones. Posiblemente sea la opción más sensata y con mejor relación calidad-precio del mercado.

Gana de calle al Dacia Spring y al Leapmotor T03 sin ser mucho más caro y sin tener ese tacto dinámico del Renault 5, el conjunto transmite seguridad, con aceleraciones rápidas y facilidad para frenar sin movimientos bruscos.

Personalmente creo que la versión intermedia Boost es la más recomendable, con prestaciones suficientes y que te asegura 300 km de rango en ciudad y alrededores: tienes la posibilidad de recargar cada semana, no cada día. Esa versión piden 23.990 €, que se reducen si te puedes beneficiar de ayudas. Y por supuesto, con seis años de garantía y ocho para la batería. Una apuesta segura.