
KGM Korando GLP, a prueba: descubrimos cuándo y a quién interesa este combustible
Poco a poco la gama de KGM va renovando los modelos de la otrora SsangYong. Siguen siendo los más importantes en ventas, tanto el Tivoli como el Korando, al menos en lo que va de 2025. Algo lógico, ya que son los representantes de la firma en los dos segmentos de mayor volumen de ventas, los SUV pequeños y SUV compactos.
Hace unos meses publicamos la prueba del SsangYong Korando, justo antes de que el Grupo KGM se hiciese con el control de la empresa. Lo comparábamos con el Torres (ambos emplean la misma plataforma, pero el segundo es más caro) y señalábamos que podía ser interesante, salvo si se realizaban muchos km al año, pues su consumo era elevado.
Ojo, la propia marca ofrece una alternativa: El KGM Korando GLP, el modelo que estamos probando en esta ocasión y con el que hemos recorrido nada menos que 2.000 km para ver si es una especie de «diésel encubierto» con etiqueta ECO.
El precio del KGM Korando GLP parte de 25.950 euros, un sobrecoste de unos 2.700 € respecto a la versión de gasolina convencional. Son precios que incluyen algunos descuentos, pero puedes encontrar ofertas del KGM Korando en nuestra sección de coches nuevos, publicadas por distribuidores oficiales. Además, disponemos de herramientas para financiar el coche que te ayudan a pagarlo más cómodamente. ¿Pero cuándo merece la pena elegirlo con este combustible? ¿Es posible amortizar esa diferencia? Lo analizamos a fondo
Exterior
No nos detendremos demasiado en el exterior del coche. Estamos ante el KGM Korando 2024, una leva actualización del modelo de 2020. Elegirlo con GLP no varía el aspecto apenas, por lo que las pocas novedades estrenadas que analizábamos en este vídeo continúan vigentes:
Nuestra unidad tiene la misma parrilla en negro, al igual que la moldura que une los faros, reemplazando los antiguos acabados cromados. También el nombre del modelo en el capó, un guiño a clásicos británicos como los Land Rover.
En la zona inferior, hereda del Torres el enganche para remolque en rojo, mientras que los faros antiniebla, ahora con tecnología LED, replican el diseño de las ópticas principales.
Cuando lo ves de perfil, destacan las llantas de 19 pulgadas en negro (en la versión Limited que estamos probando, que es la más completa). Combinan con los retrovisores y las barras del techo. La carrocería está disponible en cinco tonalidades; en este caso, la vemos en gris con el techo en contraste negro.
El Korando compite en el segmento de los SUV compactos, con 4,45 metros de largo y una distancia entre ejes de 2,67 metros. Cualquier coche que mide en el entorno de los cuatro metros y medio es el típico «coche para todo», con unas dimensiones suficientes para que tenga buen aplomo y habitabilidad en viajes largos y no lo convierten en algo inmanejable en ciudad. Otras cotas son los 1,87 metros de ancho y los 1,62 de altura.
En la parte trasera, la franja que conecta los pilotos también adopta el color negro, armonizando con el alerón superior y el difusor inferior. Las luces LED mantienen el mismo diseño que en la versión anterior. En esta zona está la única diferencia visible respecto a otras versiones, un emblema que pone ECO- Bifuel, el único detalle
Interior
La posición de conducción es elevada, ofreciendo una postura erguida y una buena visibilidad, especialmente hacia los extremos del vehículo. En el acabado Limited, los asientos de piel son cómodos, aunque carecen de un ajuste lateral firme (tampoco el coche busca eso).
Tras el volante (totalmente redondo) encontramos una pantalla digital de 10,25 pulgadas fabricada por LG, que sorprende por su claridad, sus diferentes diseños y por una intuitiva navegación mediante los controles al volante.
Eso sí, no integra bien la información sobre el GLP (consumo, cuánto queda...). Para ello hay que ver el indicador que el especialista OMVL ha colocado en el pulsador, a la izquierda del volante. Pulsándolo el coche funciona o no con ese combustible y tenemos cuatro luces que indican el nivel del depósito. Suficiente, pero no realmente integrado en el ordenador de a bordo.
La pantalla del sistema de infoentretenimiento (de 8 pulgadas) queda algo desactualizada. Más allá del tamaño, sus gráficos y menús parecen básicos en comparación con el cuadro de instrumentos.
Afortunadamente, es compatible con Android Auto y Apple CarPlay (vía cable, eso sí), lo que soluciona muchas limitaciones, como la ausencia de navegación integrada. Eso sí, se agradecen los mandos físicos para el climatizador y las ruletas para el volumen y la sintonización.
En cuanto a los materiales, son apropiados para su segmento, aunque se abusa del negro piano, un acabado propenso a marcas y arañazos. Llama la atención la eliminación de la iluminación ambiental en 3D en puertas y salpicadero, un detalle que aportaba mayor sofisticación. En este aspecto, el Torres lleva ventaja, aunque el ensamblaje del Korando es impecable.
Se trata de un coche bastante práctico, ya que cuenta con un amplio compartimento entre los asientos, un hueco adicional y portavasos. Delante del selector de marchas hay una bandeja antideslizante para el móvil, junto a las conexiones USB.
Los pasajeros traseros disfrutan de un amplio espacio para las piernas. Además las puertas, de corte cuadrado, facilitan el acceso.
También hay holgura para la cabeza, y la anchura es aceptable para el segmento. El único inconveniente es el túnel central, que reduce la comodidad para un quinto ocupante. Además, los respaldos no son reclinables y echamos en falta rejillas de ventilación. Al menos, incluye una toma de 12V.
Maletero
Empezamos a encontrar diferencias notables en el espacio de carga. Recuerda que SsangYong anuncia 551 litros de capacidad para el SsangYong hasta el techo, que se quedan en 423 litros hasta la cortina. No es demasiado, pero sí suficiente para que viajen cuatro personas más de una semana, como comprobamos.
A simple vista podrías pensar que la capacidad del maletero no varía... pero sí que se reduce. Y es que el piso puede colocarse a dos alturas... pero no en esta versión, ya que en la parte inferior se ubica el depósito de GLP. Ese piso se divide en dos partes, pero como está ahí ese depósito no puedes usarla para dividir el espacio.
Hay algunos huecos en torno a ese depósito donde puedes guardar algunas cosas pequeñas, pero al final pierdes altura en la zona de carga y el espacio específico para guardar la cortinilla. Lo que no faltan son otros elementos prácticos de los laterales, como las perchas para colgar bolsas a la derecha, la toma de 12 voltios a la izquierda o ganchos para sujetar la carga repartidos.
Como el piso se sitúa de manera invariable en la parte superior, cuando abates los respaldos de los asientos traseros, divididos en dos partes asimétricas, queda una superficie totalmente plana. No alcanza los 1.248 litros de capacidad como en otras versiones, pero queda cerca.
Motor
Recordemos que el KGM Korando centra su oferta mecánica en el motor G15T que puedes elegir con 149 o 163 CV de potencia. Este bloque de cuatro cilindros, sobrealimentado, de 1.497 cc que entrega sus 163 CV de potencia máxima entre 5.000 y 5.500 rpm, con una cifra de par máximo de 280 Nm entre las 1.500 y las 4.000 rpm.
Ya decíamos en la prueba que este propulsor homologa un gasto bastante elevado, de 8,6 l/100 km. Y es que se asocia al cambio automático por convertidor de par, firmado por Aisin, y tiene tracción total mediante un embrague multidisco de tipo Haldex que permite bloquear el reparto del par al 50% para cada eje, siempre que no se superen los 40 km/h.
Obviamente, es una cifra de gasto algo elevada para quien realice muchos km al año. Aquí entra en juego esta versión bifuel, que funciona con GLP y gasolina y con la que, además, te lelvas la etiqueta ECO de la DGT –que nuestra unidad no tenía físicamente–. No es que gasta menos, sino que el combustible es bastante más barato y, además, hay bastantes estaciones de servicio que lo ofrecen , como explicamos en este vídeo:
Comportamiento
Antes de nada, no hay apenas diferencias dinámicas respecto a lo que vimos en la prueba del SsangYong Korando. No se trata de un coche de carácter deportivo, con una dirección directa y firme en curva, pero para realizar un viaje con la familia (Madrid-Cádiz y vuelta, en esta ocasión), es un coche agradable de llevar.
Las suspensiones son ideales para moverse en vías de alta capacidad (algo rebotonas en badenes, su único pero en un uso normal) y el motor mueve con el brío suficiente al coche para que no desfallezca. Buen trabajo de insonorización mecánica y funcionamiento muy suave, que casa genial con el cambio automático. Me atrevería a decir incluso que parece que es más refinado con GLP que con gasolina, si bien el viaje
Y ahora, vayamos al quid de la cuestión... ¿Merece la pena elegirlo con GLP? Dinámicamente cumple de igual modo y el consumo no varía demasiado. Pude medir bien el gasto con los tres repostajes de GP que hice (ya explicamos cómo repostar GLP, no tiene complicación y el coche se movió en 9,6 l/100 km en esos 2.000 km recorridos. Algo más que en gasolina, ya que en la prueba a fondo con el mismo motor se quedó en 8,9 l/100 km.
Lo bueno, los precios de cada uno de los combustibles. Mientras el litro de gasolina, en el momento de probar el coche, rondaba el 1,5 €/l, el GLP rondaba el 1€/l (redondeo las cifras, llegué a repostar GLP a 0,92 € durante el viaje. Así, los 100 km de GLP cuestan 9,6 €, mientras que los 100 km con gasolina costarían 13,35 €.
El coche arranca con gasolina, pero pasados un km o dos ya comienza a funcionar con GLP. Solamente hay que pulsar el botón a la izquierda y listo. Si no encuentras una estación de servicio con GLP antes de acabar el depósito, pasa automáticamente a gasolina. Van apagándose los indicadores en el botón y un pitido te avisa cuando se agota el depósito. Eso es todo.
Hagamos cálculos. Si cada 100 km ahorras 3,75 €, en el viaje hemos ahorrado unos 75 € en combustible. Para amortizar la conversión (unos 2.700 €, recuerda) necesitarías recorrer 72.000 km para pagar esa diferencia de precio. Me parece bastante, sobre todo cuando lo compara con la anterior prueba del Subaru Outback GLP, que se recuperaba la inversión mucho antes. El truco, que entonces la gasolina estaba en máximos históricos de precio, a más de 2 €/l.
Opiniones coches.com
El KGM Korando es uno de los SUV más baratos de su segmento. Eso no impide que sea un coche amplio, bastante bien equipado y agradable de conducir. Su hándicap frente a otros modelos es el consumo elevado pero con GLP resulta más económico de usar en el día a día y en viajes largos.
Cierto que, con los precios actuales de la gasolina, tarda más tiempo en amortizarse esa conversión pero a cambio ganas la etiqueta ECO de la DGT. Y créeme (sino puedes buscarlo): un coche de este tamaño con motor híbrido convencional o mild hybrid sale más caro, pero hay que reconocer que en muchos casos el consumo será menor –quizá no el coste–.
¿Pegas? Nos gustaría que se integrase mejor en el ordenador de a bordo el hecho de que cuente con GLP. No es comprensible que te indique que no tienes autonomía, sabiendo que tienes todavía el depósito lleno de gasolina. Y, obviamente, el maletero, que pierde parte de su capacidad.
Por lo demás, nos gusta que esta solución se ofrezca con todas las mecánicas, tanto con el motor más sencillo de tracción delantera a esta más completa con el motor más potente, cambio automático y tracción total. Es una opción que permite conseguir una etiqueta ECO a un precio ventajoso, con costes de uso bajos y sin complejidades mecánicas.
- Coste de uso bajo
- Agradable de conducir y amplio equipamiento
- Gran relación precio/equipamiento
- El ordenador de a bordo no integra el GLP
- El maletero pierde bastante capacidad
- Conversión tarda en amortizarse con precios actuales de combsutible
KGM Korando GLP, a prueba: descubrimos cuándo y a quién interesa este combustible. Galería de fotos
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